En la sala común. Continuación de la lechucería. [Alyss, libre]

- Sip, es bastante facil...y es entretenido que vayan cambiando- dije mientras el cuadro ya empezaba a moverse y nos miraba con atención.

- El acertijo es... Cuando Maria tenía 6 años clavó un clavo en el tronco de su árbol favorito para marcar su altura. Diez años más tarde, Maria fue otra vez al árbol para ver a qué altura estaba el clavo. Si el árbol creció 5 cm cada año, ¿a qué altura estaba el clavo?

- Estará a la misma altura, ya que el clavo fue clavado en el tronco del árbol y este no crece hacia arriba sino hacia los costados.

- Correcto- dicho esto, el cuadro nos dejó pasar a una gran y espaciosa sala cubierta de azul junto con una chimenea y libros por algunos rincones.

- Me alegro de que te sientas a gusto por ahora- sonreí- ven, te enseñaré por donde son las habitaciones de las chicas.
La guie entre los alumnos, algunos se giraban para mirarnos al ver que llevábamos maletas. Caminamos hasta unas escaleras que había al final de la sala y que se dividían en dos, escogiendo el camino de la derecha.
- He de decir, que el momento más agradable para estudiar en la sala común es por la mañana muy temprano, cuando aun es casi de noche, el resto del dia suele estar lleno como si fuera una biblioteca en miniatura...muchas veces casi ni puedes pasar entre los libros - dije riendo un poco y sabiendo que yo era de esas que repartía sus libros al rededor. Abrí la puerta de madera, dando hacia los dormitorios y dejando su maleta junto a una cama vacía que ponía su nombre en un papel oficial de bienvenida.
- Parece que esto es para tí- dije tendiéndole el papel.- Siento decirte que vas a ser mi vecina- anuncié sonriendo mientras me sentaba en mi cama.

Me recosté sobre mi cama, encontrando a la miniatura de mi gato durmiendo en mi almohada tranquilamente. Lo acaricié, sonriendo.
- Tranquila, tengo el sueño pesado..no creo que me despierte por mucho que empieces a saltar encima de mi cama- dije riendo un poco- Miss, tienes alguna mascota? hay veces que las piden en clase para hacer hechizos con ellas, aunque puedes pedir prestada si es el caso de que no posees.

La carta poseía felicitaciones de la admisión y deseos de pasar un buen año en Hogwarts, animándola a apuntarse a clubs extraescolares asi como el Quidditch, clubs de estudio...

- Oh, si necesitas algo ni lo dudes, pero tirame un vaso de agua o algo así para poder conseguirlo- dije sonriendo mientras me enderezaba para mirarla.- wow, una siamesa? esos gatos son muy bonitos, espero que se lleve bien con Argot- dije mientras acariciaba mi gato sobre la falda.
Alcé una ceja, si que parecía estar muy animada por conocer gente.
- Tranquila, aqui es dificil no conocer a muchos ya en los primeros dias, pero si quieres apuntarte a un club piensalo bien, puedes ir alguna práctica para ver si te interesa de verdad - sugerí, cruzando las piernas para acomodarme un poco.

- En realidad no.. no soy mucho de actividades, me gusta disfrutar de mi tiempo libre con lo que me apetezca en el momento..si fuera de algún club ya no tendría momentos para pasear horas y horas por donde quisiera- sonreí.- Pero te animo a que te unas a cualquiera, dicen que son muy divertidos y te mantienen con la cabeza ocupada, por no decir que seguro que encuentras muchos amigos ahí que compartan gustos contigo- sonreí y luego la miré con aire divertido.- Si quieres te puedo acompañar con un traslador, estaremos ahi en un momento, además, podemos decir a más personas por si tienen algo que comprar y necesiten venir..asi de paso los conoces- comenté con entusiasmo, como si yo no los conociera ya.

Tienes razón. Los grupos deben de llevar mucho tiempo. Y por ahora debería centrarme en los estudios hasta que me acostumbre. Teniendo en cuenta que nunca he estado en una escuela de magia, tengo retraso frente a los demás. Y me gustaría ponerme al día pronto.-dije sonriendo-Puede que más adelante. Cuando esté más organizada.

¿Un traslador? Los había visto antes pero nunca había viajado en ninguno. Solo sabía que podía ser cualquier objeto. Cuando era pequeña mi padre me contó sobre ellos. Y tuve una época en la que tocaba cualquier objeto que veía. Pero nunca encontré ninguno. Asique me hacía ilusión.


-Genial, así puedo ir conociendo el Callejón Diagon, por si alguna vez he de ir a comprar algo. Me hablaron de él pero nunca he estado allí.

- Que no te impida ingresar en lo que quieras por eso.. yo también recién empiezo hogwarts este año - dije sonriendo- pero como veas, yo soy también de preferir organizar el curso y luego ya lo demás.
- Iremos pues. Avisaré a Dave y a Teo, que son de nuestra casa, por si quieren venir con nosotras - sugerí sonriendo mientras me levantaba.

- Oh, eso se pasa.. estará en la edad rebelde - dije mirando a la gata con diversión. - Y no, aunque no lo parezca, llevo apenas un mes mas o menos aquí. - contesté, mirando por la ventana todo aquel paisaje tan bonito que nos recibía cada día.
- Son los mejores, un encanto al menos para mí - sonreí, hablando de mis mejores amigos. - Te sentirás muy bien con ellos cuando los conozcas más a fondo, espero que seáis muy buenos amigos también
Me calcé mis zapatos.
- Tendrás que acompañarme a buscarlos entonces, será divertido, te espero en la sala común para cuando termines de acomodar tus cosas - giñé el ojo y salí de la habitación.

Bajé las escaleras del pasillo de chicas, dirigiéndome hacia el de chicos con paso tranquilo. Ya no me daba cosa entrar por ahí, lo había hecho ya dos veces y tenía que verificar si mis amigos estaban o no.
Me detuve ante la primera puerta de uno de ellos y toqué.
- Teo?.. estás? - me apoyé con el brazo en el marco, tenía sueño. - Hoola.. soy tu peor pesadilla~ - seguí llamando con mi voz mientras cerraba los ojos y tocaba mi brazo con la frente. - Deja de ignorarme~ -
Sabía que estaba ahí, pero no iba a abrir la puerta. - Ha venido una chica nueva, se llama Misa, le dije que iba a acompañarla a comprar algunas cosas que le faltan y que reclutaría a mis amigos para que al menos conociera gente de su casa, sabes que si sólo se relaciona conmigo acabará loca - me reí, aun esperando a que abriera.

Que toquen a la puerta mientras uno estaba concentradísimo escribiendo una importante carta debía de ser un crimen. Y más con lo que me costó decidirme, y empezar a escribir. Dejé de lado el diccionario con el que me ayudaba a traducir el griego y escribirlo y miré la puerta. Sí, abriría. Alyss, y una chica nueva...

¿Comprar? Oh, me interrumpen para pedirme que las acompañe y les diga que esa túnica les queda hermosa.

Me incorporé, ya que estaba sentado con las piernas cruzadas sobre mi cama, y caminé hacia la puerta. Me apoyé en ella, esperando unos segundos para abrir, poniendo a prueba la paciencia de mi amiga.

Idiota, es inútil, ya sabe que estás ahí. Claro, era verdad. Abrí y la miré con una sonrisa.

-Hola Alyss...

- Siento interrumpirte..- dije cuando abrió la puerta, habiendo escuchado sus pensamientos primero.
Jah, diciéndonos lo bien que nos quedaba una túnica? desde cuando? Me gustaban las compras tanto como ir a un baile de ogros.
- Sólo pensé en presentarle compañeros de su casa y acompañarla, no quiero dejarla sola - sonreí, pero deseché la idea de Teo, parecía ocupado.- gracias por no ignorarme - me reí, abriendo los ojos y me aparté del marco de la puerta.
- Dejaré que sigas con lo tuyo, nos veremos luego - le di un toque en la nariz para que se despertara; parecía medio drogado con su griego. Aun podía ver las palabras flotando en su mente.

Le sonreí.

-Creo que será en otra oportunidad, estoy con algo... -dije, sin dejar de sonreír. Tomé su mano con rapidez cuando me tocó la nariz. No debía pensar tanto en sus acciones, lograba que me pusiera atento e hiciera cosas como esas. La miré a los ojos y le contesté -. Nos vemos.

Me di media vuelta y entré, en un segundo, cerrando la puerta con magia y encaminado a seguir escribiendo, mucho más divertido que antes.

Alcé una ceja cuando me detuvo. Ni que le fuera a atacar.. No dije nada y me dispuse a seguir mi camino por el pasillo hasta llegar a unas escaleras que daban a un cuarto más reservado. Abrí la puerta sin preocupaciones para ver si estaba mi amigo.
- Dave?

Estaba haciendo... Pruebas con hechizos sobre la espada que conserveba del antiguo ijama de mi abuelo, que yo usaba más bien de disfraz, intentando que tomara uun brillo azul cuando la empuñase, justo cuando lo iba a conseguir, alguien abrió la perta, y dado que iba armado y no era consciente de que aun me encontraba en mi cuarto, alcé la espada levantándome apntando a quién hubiese osado entrar en mi solitario cuarto.

- Ohh... Alyss, me has dado un susto de muerte- Dije bajando el arma y dejándola en la cama.- Bien, ¿A que se debe tu intromisión en mi dicho lugar?

Retrocedí al instante de ver una espada cerca de mí. Luego decían de mi violencia, pero ellos eran los primeros en amenazarme con una varita y con una espada.
- Hola, Dave - sonreí y me acerqué cuando bajó el arma.-Siento haberte interrumpido, sólo venía para preguntarte si tienes ganas de dar una vuelta; ha llegado una alumna nueva de nuestra casa y aun tiene que comprar algunas cosas en el Callejón Diagon, le he dicho que la acompañaría y vería de reunir a mis amigos para que conociera más personas de su casa. Pensé en tí y en Teo, pero Teo está ocupado asi que falta que me digas si tú puedes- observé su espada, era bonita y tenía un aspecto antiguo. Deslicé mis dedos por su hoja y luego lo miré, esperando a su respuesta.

Aparté su mano de la espada, y la miré sonriendo.
- Agradecería que no la tocases, estoy haciendo... Pruebas, y no estoy seguro de sus actuales efectos, y respondiendo a tu pregunta... Sí, os acompañaré encantado, al fin y al cabo, el chucho necesita un paseo.

Guardé la espada en su vaina y la dejé en el arcón donde estaba antes de sacarla, y lo ordené todo con unos movimientos de varita.

Me apoyé en el marco de la puerta cuando empezó a recoger sus cosas.
- Qué tipo de pruebas? Si se puede saber.. - pregunté curiosa mientras me retiraba de su habitación para salir hacia la Sala Común. - Me alegro de que vengas - sonreí. No me hubiera gustado volver sin nadie al encuentro con Miss, encima de que había tardado..

Reí ante su curiosidad, de verdad... Debería aprender a guardarse algunas de sus preguntas.
- Eso ya lo averiguarás- Contesté.
La invité a apartarse de su apoyo para cerrar la puerta
- Siempre es un placer acompañarte- Dije riendo- ¿Solo somos tres?