Mirando la noche tras el cristal [ Emme]

No podía dormir, ni sabía cuantas horas llevaba despierta, había visto la noche tres veces y el amanecer dos, pero el tiempo parecía detenido, y mis ojos apagados.
Sin encontrar un lugar donde ir, terminé siguiendo una ruta instintiva. A pesar de solo haber estado allí un par de veces, mi cuerpo me llevó al invernadero cuando ya eran más de las doce de la noche.
Había intentado con todas mis fuerzas dormir en mi habitación, pero el miedo me azotaba cada vez que mi consciencia comenzaba a perderse.
Arrastré los pies sobre el caminos de piedra que rodeaban las amplias zonas de tierra hasta que encontré un árbol afrutado de bastante color. No era muy alto, pero tenía el tronco fuerte en la tierra. Bajé el desnivel y me senté apoyando la espalda en él.
- No sé que pretendes hacer aquí... - susurré para mí misma, entornando los ojos. Al menos la humedad del ambiente facilitaba el tema de no seguir durmiendo.

Bueno, si era fácil sorprenderme despierta, medio zombie ya era darme un ataque. Estaba tan inmersa en la oscuridad, que una luz en frente de mí me encandiló los ojos por la intensidad. En el breve instante vi a una chica rubia que la conjuraba y luego apagaba la luz, como quien comprueba que no hay peligro.
No esperaba que alguien más estuviera en aquel lugar a esas horas..forcé la vista, viendo que la chica no lucía mucho mejor que yo.
- Siento haberte interrumpido - dije en voz no muy alta, por si entorpecía sus pensamientos.

Escuché la voz de la chica, no estaba molesta por mi irrupción así que me relajé.
- No me interrumpes- dije sonriendo un poco- sólo que últimamente tengo problemas para dormir..-miré el pequeño fuego. Me encantaba mirar las llamas, me quedaba hipnotizada por ellas.- Y no te preocupes, no me molesta y prefiero mirar a los ojos cuando hablo con alguien - dije al verla. Me levanté con dificultad, sentándome un poco más cerca, al menos me ayudaría a no dormirme.
- Es realmente tranquilizador saber que no estoy hablando otra vez con las plantas - comenté sonriendo.- Me llamo Alyss Keygen - dije tendiéndole la mano para presentarme. Parecía que iba a conocer mi tercer Gryffindor.

- Si, en los ojos están todas las palabras que existen, incluso las que no tienen nombre - sonreí. Aunque mirar a los ojos, para mí significaba confianza hacia la persona que observaba.
- Encantada Emme - dije después de devolverle la mano y mirar su escudo de casa. - si, lo deduje, aun asi, qué otro aparte de un gryffindor o un ravenclaw podría encontrarse solo a estas horas aqui sin planear nada maquiavélico? - dije, bromeando sobre Slytheryn y su fama. - Aunque todos sabemos que los azules dominaremos la escuela tarde o temprano con nuestro intelecto- señalé alzando un dedo como si le estuviera revelando algo evidente pero secreto mientras sonreía.

- Oh..claro.. - aunque en el fondo, sabía que ninguna de las casas eran inocentes y que yo y mis amigos ya estabamos haciendo tonterías que quizá tendríamos que evitar por seguridad propia.- Tú nunca has hecho tonterías, Emme? - pregunté divertida a mi acompañante.
- Desde luego que son indispensables, estoy de acuerdo con ello, desgraciadamente, hay pocas personas que cumplan todas las características - toqué la tierra con mis dedos antes de contestarle.- Últimamente tengo miedo a soñar, quizá es por pesadillas - admití, pero era un tema bastante más serio.

- Si, eso es bastante común, eh? - dije riendo un poco para luego escuchar sus pensamientos. La miré con afinidad.- Yo también sueño despierta, es uno de los placeres más agradables y gratuitos que podemos tener - sonreí, me gustaba la forma de pensar de aquella chica.
Seguí removiendo un poco la tierra.
- Son pesadillas.. o eso creo, dentro del sueño parecen muy reales y quizá hasta lógicas en algunos aspectos, pero lo que me asusta es que dentro de la pesadilla, me dijeron que era un mensaje- me callé un instante, recordando lo vivido.- tengo miedo de que me manden otro y que eso sea verdad.. mi familia está implicada en ello y si es cierto, todo lo que pensaba que conocía sería una mentira.

La miré un momento, percatándome que ella tampoco estaba bien.
- Aun no sé si mis conjeturas son correctas, pero creo que están usando los sueños como medio para darme mensajes.. - expresé con cansancio. - mis problemas familiares son muy complicados.. y últimamente ha sido todo grandioso, pero sigo sin poder evitar atraer problemas como si fuera inevitable..- pensé en Teo, no sabía si decirle a aquella chica sobre el tema. - con un amigo, nos hemos metido en un asunto bastante complejo de explicar, según creo, nuestras familias se conocen y comparten afinidad sobre la magia negra.. eso cambia la imagen que tenía de lo que me quedaba de mi propia familia - confesé, contándole por encima el sueño. - Por el momento nadie puede hacer nada - dije sonriendole un poco por no expresar desesperación- la solución sería volver a dormir, pero es como meterse en la boca del lobo.. - miré a la nada, recordando las escenas y luego hacia Emme.
- Tú también pareces tener problemas, verdad? Se me da bien escuchar - ofrecí, mirándola a los ojos para que confiara en mí.

Noté su incomodidad.. asi que decidí no presionarla.
- Tranquila, no pasa nada, ya me dirás cuando estés segura - sonreí, intentando que se calmara la tensa atmósfera. Por alguna razón, sentía que en ella podía confiar, como cuando estaba con Vera. Si, era cierto que a esa chica apenas la conocía y que ya le estaba contando mis problemas sin remedio...pero no tenía a nadie más a quien acudir en ese momento y parecía que las dos estábamos huyendo.
- Intentaré probar con pociones, gracias por el consejo - contesté sin decrecer mi sonrisa.