Mi cuarto (Libre)

Mis compañeras pronto vendrian, ciertamente yo no era una chica muy popular, era timida, por lo que pasaba las clases, la era de comida y los recreos sentada, pensando en cualquier cosa que viniera a mi mente.

Acostada en mi cama acariaba suavemente a mi gato, llamado perla. Mis pensamientos iban desde las clases hasta los trabajos que tenia que hacer. Suspire, aun no habia empezado ni un deber... me castigarian.

- Penelope, debes empezar tus deberes- me reprendi en voz alta, pero no me levante del sitio que ocupaba. Mi cama suavecita y calientita me tentaba mas que bajar a la biblioteca y hacer cada una de las tareas. El prfesor te castigara, me dije, y no tendras tiempo para dormir si te castiga.

Sentia una gran tranquilidad escuchando los ronroneos de mi gata, tal vez, podria descansar un poquito... cerre los ojos y tranquilize mi respiracion, me acomode a lado de una gran almohada y la abraze suavemente. Soñaria con unicornios, pense.

Escuche un sonido, me levante con el corazon acelerado y mire con curiosidad a un gato, habia botado al piso algunas cosas de mi tocador, pero no me moleste, al fin y al cabo, mi gato aveces tambien era muy travieso. Una chica entro a mi habitacion, me restregue un ojo para quitarme el sueño de encima y mire a la chica que corrio rapidamente a tomar al otro gato.

- No interrrumpes nada...- dije aun con voz soñolienta, me baje de la cama y la mire con una expresion confundida, en realidad, aun estaba medio dormida.- Tu gato es muy travieso... - sonrei viendo al gato entre sus brazos. Adoraba a los gatos.

Me levante de la cama y me acerque a ella, no la conocia, pero al ser de mi casa me sentia en confianza con ella. Acaricie a su gato en la cabeza y sonrei feliz cuando empezo a ronronear.

- Mi gato con las justas se va de la cama a donde esta su comida.- sonrei ampliamente y extendi una mano hacia ella.- Penélope Nott, Cuarto año.

Me sorprendí gratamente cuando descubrí que era mayor, usualmente siempre conocía chicas mayores. Aun así, aunque sky era un poco mas pequeña que yo. Siempre tenia aspecto de niña por mi poca estatura y por mi rostro que aun mantenía un aire infantil.

- El placer es mió, justo ahora que estaba dormitando, me pregunte a quien le podría preguntar como es el profesor Scott.- entrelace mis manos y le sonreí inocentemente.- ¿Lo conoces?

Volví a mi cama y tome de allí la gata blanca con una mancha negra en el ojo para presentársela. La gata se envolvió en mis brazos, sus uñas habían sido cortadas para que no me hiciera daño. Lo mas inteligente que había hecho, respecto al gato.

- Esta es perla, es una gata muy inteligente y hermosa ¿verdad?.- le pregunte con una gran sonrisa emocionada.