Pijamada [Penny]

Penny y yo habíamos quedado en hacer una pijamada entre nosotras dos hoy. Estaba dispuesta a invitar a otras chicas de nuestro mismo curso u otros, pero no era buena idea. Tal vez habláramos de temas privados o algo. Además, no sabía muchos de los nombres, no porque no se me hicieran importantes, sino porque no había tenido tiempo de socializar tanto. Los deberes se me habían acumulado después de haber perdido las dos redacciones para pociones.

Acomodé las cosas necesarias para la pijamada y me empecé a cambiar en mis pijamas. No tenía un juego de para usar y siempre usaba la ropa vieja; era en verdad muy cómoda. Saqué una blusa de tirantes verde y unos shorts negros. Me cambié y me di cuenta de que los chocolates faltaban. ¿Como se me pudieron haber olvidado?

Abrí mi baúl y de este extraje una pequeña caja color plata. Ahí guardaba siempre mis chocolates favoritos. Cerré el baúl y me senté en la cama, esperando a Penny. Tenía tantas cosas que contarle.

¡Una pijamada! ¿Quién lo diría? La antisocial Penélope Nott tendría una pijamada con su mejor amiga. Sonrei ampliamente y pensé en que pijama ponerme, debía ser una pijama especial. Al sacar todas mis pijamas me di cuenta que solo tenia mis pijamas normales, no habia sacado ni una para algo tan especial como esto. Frunci el ceño.

Tome mi pijama de oso, era de una pieza completa y en la capucha tenia sus orejas, de babuchas me puse las dos patas, sonreí alegre porque me gustaba mucho mi pijama. Sali de mi cuarto hacia el cuarto de Yve, esperaba que nadie me viera, pues aun cuando me gustaran mis pijamas, los otros no entenderían el valor especial que eran para mi.

Llevaba conmigo una botella de vino tinto, la habia elegido especialmente para esta noche desde la mansión Nott, me sonroje suavemente, pensando en todas las cosas emocionantes que haríamos. Seria tan divertido…

Entre a su cuarto y la vi sentada en la cama, me acerque a ella con una gran sonrisa.

- He llegado.- dije y corri hacia su cama, me tire en ella con una gran risa, estaba tan emocionada.

Eventualmente, Penny llego a la habitación. Traía puesta un pijama de oso tan linda, que con su corta estatura se veía tierna. Y eso me hizo sentir mal. Yo solo estaba vestida con mi ropa antigua. Muy mal, Yveline, muy mal... Sacudí mi cabeza y después de unos momentos vi que en su mano traía una botella de algo... Sonreí de lado. No sabía que era exactamente, pero alcohol era una opción que tenía muchas oportunidades.

—He llegado —anunció y rodé mis ojos ante su obviedad. La vi correr desde el marco de la puerta hasta mi cama y aventarse a ella. Me reí y volví a rodar mis ojos.

—Había pensado en traer whisky de fuego, pero no; es solo una pijamada —volví a reír—. Ahora veo que la ebría aquí no soy yo sino tu.

Estiré mi brazo para alcanzar mi varita de mi mesita de noche. Cuando la tuve en mis manos, con un movimiento hice aparecer dos copas.

—¿Que es lo que es? —pregunté curiosa.