Recién llegado de Escocia (libre)

Llegué a la sala Común arrastrando el pesado baúl. Con los brazos cansados me dejé caer en uno de los sofás, y me froté las manos.
No había nadie por allí, y tenia ganas de conocer a alguien porque por el momento solo conocía a mi prima... Porque había hablado con ella por carta. Saqué del bolsillo el trozo de pergamino que me habia enviado Gisie.

Primo Andy,
He oído que has conseguido venir. Tengo muchas ganas de verte.
Te parece si quedamos un día de estos y nos conocemos cara a cara de una vez por todas?
Espero tu respuesta, puedes decirme algo por patronus.
Un gran beso,

Gisie

Oí ruidos detrás de mi, y me giré para ver quien era.

Estúpido gato. Toda una tarde para atraparlo y se vuelve a robar la llave. Y Ouija no es capaz de impedirlo. Se supone que es una serpiente... ¿cómo no va a poder contra un pequeño y feo gato? Y ahora tenía que sumarle la maldita resaca... Merlín, debían ser las 10 de la mañana. ¿Qué hacía a esta hora despierto? Ah, cierto, la carta del viejo griego. Mal ahí, ¿cómo va a pedir que la recoja por la mañana? Ya le enseñaría mis horarios. ¿A las 7? ¿A las 8? No recuerdo bien la hora de mi llegada. Sí la cara de las niñas que estaban en la Sala Común. Como ya dije, me encantan las nuevas degeneraciones, digo, generaciones... son tan inocentes. No me crucé a nadie por el pasillo, y llegué a la Sala Común, viendo una rubia cabellera.

-Hey, Dave -le dije a la distancia, sorprendido de que mi amigo esté despierto a esas horas de la mañana. El chico se dio vuelta, dejando ver una desconocida cara. Me froté los ojos y me acerqué a saludarlo, no tenía ni idea de quien era -. Disculpa, te confundí con alguien, ¿eres nuevo? -le pregunté, con una sonrisa y extendiendo mi mano hacia él.

Le cogí la mano.
- Sí, soy nuevo y no conozco absolutamente nadie salvo mi prima - dije, sonriendo tímidamente -. Soy Andrew, Andrew Hewer. Puedes llamarme Andy.
Vale, la primera presentación no me había ido mal.
- Acabo de llegar de un colegio de Escocia, sabes?
Vale, espera Andy, primero preguntale como se llama, no le cuentes tu vida...
- Y tu eres...¿?

-Un gusto Andy -le dije, sin dejar de sonreír y dando un vistazo general a la Sala Común. Pensé que haría más frío, ayer estuvo helado el día, y yo nadando en el fucking Lago y persiguiendo el gato con la llave. Maldito -. Teo Grobersky, de quinto año. ¿Qué te va pareciendo el colegio? -le pregunté amigable, mientras tomaba una galleta de la mesa que tenía a un costado. Típico, voy a tomar la galleta, él mira la mesa por instinto y yo aprovecho para evaluarlo con la vista en un segundo de distracción. Ojos de águila, nunca mejor dicho. Sonreí y di una mordida ante la mirada de una chica de segundo que me sacó la lengua y yo le devolví una mueca, la niña rió y volví mi mirada al recién llegado.

- Encantado, Teo. Me gusta el colegio, es muy bonito.
Le miré sonriendo.
- Por ahora no he vsito casi nada, solo la parte que he tenido que recorrer para ir del vestíbula hasta aquí.
Me encogí de hombros, y dije:
- Pero lo que he visto me ha encantado. Ya he hablado con mi prima para que me enseñe un poco el colegio. No sé si la conoces, es Gisèlle Possesseur, de Slytherin

-Ah, los terrenos son la mejor parte, por mucho -le comenté, ofreciéndole una galleta a él -. Podría vivir entre el Bosque y el Lago -le dije, enfocando mi vista en una bola de pelos blancas que se movía por el suelo, amplié mi sonrisa y al poco tiempo unos azules ojos me miraban desde el piso. El pequeño Argot esperaba que lo alzara en brazos. Me agaché sonriente y tomé al gato de mi... ¿amiga? Sonreí al recordarla -. Andy, el es Argot, el gato de Alyss -los presente, acariciando en el cuello al minúsculo animal.

-Me suena, pero creo que no he hablado con ella, podrías presentarnos -le propuse, con una sonrisa -. ¿Y feliz de quedar en Raven? -indagué, tirándome despreocupadamente en uno de los sofás, quedando con la cabeza sobre uno de los apoyabrazos y las rodillas sobre el otro. Saludando a unos chicos de cuarto que pasaron, aún con la galleta en una mano y Argot en la otra. El gato se pasó a mi abdomen y se acomodó para seguir durmiendo.

Acepté la galleta, y contesté:
- Más que feliz. Mi padre era un Slytherin, mi madre una Gryffindor. Supongo que me gusta estar entre ambos.

Acaricié la cabeza del animal, y sonreí.
- Hola, Argot...

Miré a mi alrededor. Effie no podía estar lejos.
- ¿Effie? Pequeñina, donde estás, ven con Andy...
Se oyeron maullidos y dije:
- Ven, Effie, que tengo una galletita...

La gatita sacó la cabeza de detrás del sofá con curiosidad. En ver la galleta en mi mano se acercó a mi y saltó a mi regazo. Le di un pedacito de galleta y dige:
- Teo, Argot... Esta preciosidad es mi gatita Effie.

-Ravenclaw es copado, no te guíes por lo que dicen los demás, acá hay muy pocos cerebritos... yo debería estar en clase ahora mismo -le dije, riendo por primera vez y sintiendo una pequeña punzada en la cabeza -. Y además, como lo dijiste, estamos en el medio, nadie nos odia por el solo hecho de pertenecer a la casa.

Cuando llamó a su mascota entendí que se llamaba Teffy, y me quedé paralizado, mi sonrisa se desvaneció en un segundo, hasta que la nombró de nuevo y pude comprobar que era Effy, no Teffy. Aún así se parecía, así que volví a sonreír, intentando olvidar el tema y observando a la hermosa gatita, Argot también se despertó, seguramente sintiendo el olor de su nueva compañera, pero apenas le echó un vistazo antes de seguir durmiendo.

-Gato perezoso, así no tendrás novia nunca -le dije, sonriendo y acariciando detrás de una de sus orejas, que sabía que le molestaba, lo que provocó que sacudiera su cabeza -. Qué hermosa... me arrepiento de no haber traído la mía -dije, extrañando a Pandora.

Acaricié a Effie, que ronroneó agradecida.
- Tienes gata? Como se llama?
Miré tiernamente a Effie, que se estaba adormilando. Adoraba a los animales, sobretodo a los caballos y los gatos.
Recordé mis largas tardes montando en Niebla con Effie corriendo detrás ne mi caballo y yo, y por primera vez desde que estaba allí añoré Escocia, añoré a Niebla. Añoré la brisa fresca, los campos.

-Sí, se llama Pandora... pero siempre la dejo en casa -comenté, sonriendo -. Es una gatita curiosa, no crece... la tengo desde que era un niño y siempre está igual. Me la regaló mi abuela, nunca descubrí que tipo de magie tendría para lograr eso -le expliqué, sin dejar de sonreír y ver a ambos gatos.

-¿Y por qué has venido a Hogwarts, Andy? -continué indagando, mientras miraba fijamente sus bellos ojos.

- Pues... Queria nuevas experiencias.

Di algo más, Andy, ha quedado muy pobre lo que has dicho

- Y no paraba de recibir cartas de mi prima contándome las maravillas de Hogwarts. Mis padres no querian que viniese... Y yo no lo entendia, al fin y al cabo ellos estudiaron aqui. Al final pude convencerles y aquí estoy ahora.

Sonreí, mirandole. Ahora me habia quedado mejor la explicación. No se me daba muy bien hablar con le gente fluidamente en un primer encuentro.
Nota mental: Añadir esto a las cosas que tengo que mejorar o arreglar.

-Nuevas experiencias... -sonreí, repitiendo su frase en esa costumbre que tenía -, en Hogwarts las encontrarás -dije, riendo levemente -. Este es un lugar soñado, si lo sabes aprovechar... no te dediques al estudio, vete de parranda al bosque y vuelve de madrugado algún día... o varios -sonreí y dejé la galleta en una de las pequeñas mesas que estaban entre los sofás. No me apetecía, además, si comía algo, de seguro lo vomitaría -. Y no te preocupes, padres... nadie los entiende -sonreí y dije esto con tono divertido.

Me alboroté el pelo, y dije sonriendo:
- Alguna vez probaré esto del bosque...

Si supieras que no quiero probarlo pero que debo probarlo...
Mis padres me lo habian dejado muy claro. "Si vas a Hogwarts las noches de luna llena las pasas en un bosque que está prohibido, en teoría, a los alumnos. Es el Bosque Prohibido."

- ¿Como es la gente por aquí? Simpática, en general, espero...

Sonreí al ver como se despeinaba antes de hablar.

-La gente de Hogwarts... y... hay para todos los gustos. Últimamente apareció un grupo de Slytherin estereotipo, pero hay algunas buena onda -expliqué -, hay chicos de Gryffindor para pasar una tarde en los jardines, gente de Hufflepuff para meterte en problemas y para conversar, son de los más sociables. Y después los Ravens, bastante abiertos... Misa, Alyss, Dave, Anna, Ismael, Donogan... todos buenos chicos. No creo que tengas problemas en hacer amigos... ni admiradoras -concluí, riendo y acariciando a Argot, que veía sin interés la galleta que dejé en la mesa.

Me reí con lo que dijo:
- Admiradoras? Oh, no, por favor... Con lo que me gusta a mi llamar la atencion... - dije, sarcástico.

Volví a alborotarme el pelo. Siempre lo hacia cuando estaba nervioso.
- Tenia entendido que a las tias de aquí le gustan los morenos de ojos verdes... Una amiga de Escocia me dijo eso... Es cierto? Porque si es así, ya me cuelgo la medalla de soltero de la túnica - dije, y en mis labios afloró una sonrisa torcida.

Sonreí ante su reacción y por su gesto de nuevo. Se veía adorable.

-Por Merlín, suerte que es mentira, sino te haría compañía como el soltero número dos -bromee, sonriendo -. Hay para todos los gustos también, he visto muchas parejas distintas... pero lo que sobresale es la cantidad de bisexualidad, eso sí es extraño. Pero no me estoy quejando, eso lo hace todo más divertido. ¿Dejaste alguna novia en Escocia que pueda ponerse celosa? -le pregunté, sonriendo.

- No... Corté con la última novia que tuve hace cinco meses - le contesté, recordando a Nimue.

Le sonreí, y añadí:

- Con que bisexualidad, eh? Y como es que hay tantos?

Pensé sobre eso. Yo no era bisexual, para nada, pero si lo que decia Teo era cierto, conocería a más de uno o dos. Tuve que controlarme para no volver a pasar la mano por mi pelo.

-Entonces estas listo para saltar a por las chicas de Hogwart, o chicos, como prefieras -dije, con una sonrisa y ahora sí, tomando la galleta y dando un pequeñísimo mordisco y tragando rápido -. No lo sé, es como si de golpe todos quisieran explorar y probar cosas nuevas... me parece genial... que se empiece a admirar la belleza, sea de un hombre o una mujer -expliqué, sonriendo y acariciando a Argot -. Pero aún así, la mayoría de las parejas estables son heterosexuales... pero hay mucha piratería por acá -admití, sabiendo que identificaría el término.

- Saltar a por las chicas de Hogwarts? No se yo... No es demasiado rápido?
Me pasé la mano por el pelo. Andy, debes dejar de hacer esto
- Es decir, acabo de llegar, no conozco a nadie, entrarle a una tia seria muy precipitado... Además, quizas no me encuentran guapo...

Sonreí nervioso.
Podria decirlo por decir, pero relamente a veces tenia miedo de eso, de que las chicas pensaran que no era lo suficientemente y me dejaran de lado antes siquiera de conocerme.

Tal vez no me encuentren guapo... qué inocente. Habría que ser ciego para no encontrarlo guapo, siendo sincero, no estaba nada mal el muchacho. Sonreí y comí otro pequeño pedazo de la galleta mientras lo escuchaba.

-Nunca es demasiado rápido para encontrar un poco de buena compañía -afirmé, en tono divertido -. Acabas de llegar. o sea que eres nuevo, una nueva presa esperando por caer cazada en las garras de depredadoras insaciables -exageré, sin dejar de sonreír -. No conoces a nadie... mejor,podrás conocer y ir interesándote de a poco por alguna si lo prefieres. Entrarle a un tía... pocas veces es muy precipitado, pero eso ya queda a tu criterio. Y no seas modesto -culminé, dando vuelta su panorama de cómo ver su situación. La Sala Común estaba en constante movimiento, los alumnos entraban y salían, armados de libros y permgaminos, o riendo divertidos.

- Visto así... - dije, sonriendo.
Me levanté del sofá donde estaba y le dije:
- Alguna recomendación de gente simpática a la que quieras enviarme para establecer relaciones de amistad? - pregunté.

Soplé una oreja de Argot, provocando que sacudiera con violencia y me mirada con mala cara, recordando a las miradas que me echaba Alyss cuando la molestaba con alguna tontería. Miré a Andy, pensando en nombres... no sería complicado que hiciera amigos.

-Depende tus gustos... ¿te gusta el Quiddintch? -pregunté, sabiendo que recibiría un sí por respuesta.

- Me encanta el Quidditch. De hecho, no se me da mal. En el colegio donde iba, en Escocia, era el mejor golpeador.
Sonreí tímidamente.
"Por una cosa que se te da bien, Andy, aprovéchalo"

-Entonces no tendrás ningún problema en hacer amigos... aquí están cada vez más locos con eso... debo ser al único en todo el colegio que no le gusta nada -le dije, sonriendo divertido. Galán y buen jugador de Quidditch, tenemos otro rompecorazones en potencia -. ¿Y además de eso? ¿Qué otras cosas te interesan, Andy? -pregunté divertido, volteando la vista hacia un grupo de primero que ingresaba a la Sala Común, aún no los reconocía bien. Siempre me costaba reconocer a los alumnos de mi casa... y eso que debía ser lo menos antisocial que existe.

Me volví a pasar la mano por el pelo.
- Pues... Me gusta mucho el deporte y... Las Pociones. No sé, me gusta hablar, y... Estar con animales, correr, cabalgar con Niebla...