Ohne Dich [Alexa]

Otro día se terminaba en aquel enorme castillo mágico. Otro día de aburrimiento en el nuevo colegio. Trataba de controlar mis ansias por practicar las magias más oscuras, las únicas que verdaderamente me hacían sentir divertido, y que me hacían prestar atención para poder aprender. Ya había anochecido y tenía entendido que no se podía deambular por los castillos durante la noche, así que me encaminé hacia las mazmorras de Slytherin. La sala común estaba completamente vacía así que sonreí y subí al cuarto de los chicos para quitarme la túnica. Busqué en mi baúl algo más cómodo que ponerme y acabé con una camiseta negra de manga corta y los pantalones que ya llevaba. Busqué más hasta encontrar uno de los libros que había tomado prestados de la zona prohibida de la biblioteca y volví a la sala común, que seguía vacía.

La chimenea estaba encendida y sobre la mesa descansaba un plato con unos muffins de chocolate que tenían buena pinta. Cogí uno de ellos y empecé a comer, ya que no había cenado, mientras me acercaba a mirar el fuego. Con mi barita hice que las llamas fuesen más altas, y el personaje del cuadro que estaba encima de la chimenea me miró con reproche, dando un salto al pensar que iba a quemarse. Le miré riendo y me dirigí a un sillón que había frente a la chimenea para leer. Pero entonces escuché los pasos de alguien y me giré para ver quien era.

Cuando terminaron las clases me dirigi a la biblioteca por unos libros que necesitaba para realizar los deberes e inmediatamente me fui a la sala comun a realiarlos no me di cuuenta del tiempo hasta que mire al rededos y vi que ya no habia nadie haci que fua a mi dormitorio a ponerme algo mas comodo y baje de nuevo.

Cuando baje las escaleras note que ya no estaba vacia, habia un chico al cual no habia visto antes - Hola - le dije amablemente - soy Alexa, Alexa Kendrik, no te habia visto antes - dije presentandome y estreche su mano como saludo

Despues me sente en el sillon individual que estaba junto a la chimenea - y dime que haces despierto tan noche y viendo tan amigablemente a esos muffins de chocolate, con el chocolate te sera imposible dormir - dije sonriendole - o tal vez te encanta la noche como a mi que como trufas a estas horas para no dormir y explorar el castillo o ver a un prefecto dando sus rondas - dije pensando en Ted Lupin y sonriendo

Escuché la voz de una chica y sonreí un poco aunque sin mostrar los dientes porque supuse que estarían manchados de chocolate. Me acerqué un poco a ella para presentarme y extendí mi mano educadamente.

-Hola soy Gellert Grindelwald -dije, con ese acento alemán que parecía que no se iría nunca-. Supongo que no me habías visto antes porque soy nuevo, llegué hace un par de dias...

Terminé de comer el muffin y, al ver que me había quitado el asiento en el que había planeado sentarme, recorrí y al habitación con la mirada hasta que di con un sofá que no estaba lejos y me senté en él. No era tan cómodo como el otro y estaba más lejos del fuego por lo que se veía peor.

-¿Para quedarme despierto? -reí- El chocolate no me produce insomnio. Pero no había cenado hoy así que tenía hambre.

Mucho gusto Gellert y eso explica por que no te habia visto antes, por lo generas no noto a la gente ya que nunca pongo atencion a la gente que esta al rededor mio en cleses o cosas asi, no es algo

Despues de escuchar su acento tan notorio le dije - eres... ¿Aleman? no soy muy buena en eso de distinguir de que pais es cada acento pero el tuyo me suena como aleman o algo asi... - dije sonriendole

A mi si me produce insomio pero cada vez necesito mas chocolate para que no me de sueño - rei un poco al decir esto - supongo que todo se hace adiccion - dije encogiendome de hombros

Y dime que te parece el castillo en estos dias que llevas aqui? - le pregunte haciendo que mi mochila fuera hasta mi volando y saque una cajita y meti un anillo que acababa de quitarme y despues la selle con un hechizo - es un regalo de mi madre y pues me moriria si lo pierdo - dije guardando de nuevo la cajita en mi mochila

-Vaya yo por lo general soy todo lo contrario, trato de fijarme en la gente para así poder... saber utilizar mis cartas en el momento oportuno. Siempre es mejor conocer bien como suele actuar la gente que tener que confiar en que lo harán como tu deseas.

Sonreí fijándome en el anillo que se quitaba con delicadeza, y después vi su mochila acercándose hacia ella lentamente. Sonreí un poco, era un anillo bonito. Lo guardó en una cajita y selló la mochila. Al ver que el anillo parecía preciado, comencé a girar el centro de mi colgante, el círculo que representaba la piedra en el símbolo de las reliquias.

-Sí, en realidad soy de Noruega aunque he vivido en Alemania así que supongo que mi acento sí que es de allí, o por lo menos todo el mundo lo dice. Aunque he de reconocer que poca gente sabe como es el acento de noruega, ¿no? Yo por ejemplo tampoco distingo entre los diferentes tipos de acento de Inglaterra, aunque cuando digo esto los ingleses se extrañan y dicen que se diferencian mucho -me encogí de hombros.

-Entiendo -dije, girando aun el centro del colgante-. Yo también tengo algún objeto de valor, pero prefiero llevarlo siempre encima, me parece más seguro.