Relaciones de Hydrus Pegasus

La mejor palabra para describir a Hydrus es "amistoso" y esto por una multiplicidad de razones. Primero, al no estar su madre presente en su vida y su padre viajando siempre, protege a aquellos que conviven con él cada día en el colegio. Para él, su familia en la práctica son las amistades que ha hecho el tiempo que lleva habitando el castillo, así que no es raro verlo actuando como un hermano mayor con aquellos a quienes tiene afecto. Sin embargo, si conoce a una persona recientemente, de todas maneras tendrá sus brazos abiertos para incluirlo dentro de su círculo más cercano, sin cerrarse a nuevas posibilidades. Eso sí, cuidado con retar a Hydrus a alguna competencia, porque aceptará el reto y lo asumirá verdaderamente en serio, contento de poder alimentar su espíritu competitivo, sobre todo en lo que a escobas se relaciona.Su espíritu enérgico e inquieto hace que disfrute mucho de de volar y estar en todas las prácticas de Quidditch posibles, por lo que la Saeta de Fuego que le regaló su padre es uno de sus mayores tesoros materiales.

Su debilidad es su familia, ya que no está bien constituida. El saber que su madre lo abandonó junto con su padre deja un vacío grande en él que se transforma en inseguridad cuando se trata de entablar algo amoroso con alguna mujer y es por esto que la mayoría de sus relaciones han sido pasajeras, a pesar de amar con sinceridad. No obstante, si recibe la confianza de alguna muchacha, la mayoría de estas trabas desaparecen para enfocarse en disfrutar y cuidar de su relación. Tiene mucho cuidado de no lastimar a la otra persona.

Intenta no odiar a nadie, pero no puede evitar detestar con su alma a su primo Noctis, quien de niños fue siempre muy cruel con él, aunque haya tenido su pequeña venganza infantil en ese entonces. Hydrus, cuando se trata de ser un enemigo, es de aquellos que guarda silencio y mantiene su indiferencia, ya que la ira no e algo que tenga arraigado dentro de sí y tendría que pasar algo relamente malo para que demostrase esa ira ciega.

Quiere por sobre todas las cosas sentirse parte de alguien, como algo que pudiese perdurar por siempre y que lo ate a la tierra.