A descansar [Eth y Nere]

Al acabar la cita con Ethan este la había decidido acompañarla a su cuarto pero lo que sabía es que no estaría dispuesta a que él se marchase, tendría que ir a la otra punta del colegio y no quería eso por ahora. Su habitación era algo distinta a las demás lo había re-decorado ella.
Las paredes eran negras y las sabanas de su cama, de matrimonio, blancas como la nieve. Los muebles eran de un color gris claro. Le miró y sonrió mientras cerraba la puerta de la habitación después de entrar ellos dos juntos.
-Puedes quedarte, la cama mide dos metros tendremos sitio y no me digas que no te quedas por que conseguiré que digas que si cueste lo que cueste.
Se mordió el labio mientras se quitaba la corbata lentamente y la ponía encima de un tocador. Le agarró la mano al ver que no entraba y le besó lentamente y con dulzura mientras le rodeaba el cuello con sus brazos. Exactamente, conseguiría que se quedase con ella si o si.

Antes de nada respondió al beso. El dulce sabor de sus labios siempre había conseguido hacerle sentir cosas nuevas durante el tiempo que llevaban besandose. Eran, realmente, una verdadera maravilla. Aprovecho para desaogarse, y la abrazo fuerte, jugueteando con su lengua un poco, en suaves y pronunciadas lamidas, lentas pero potentes, casi golpeando su paladar. A continuación caviló las posibilidades de quedarse. Concluyo en que era una locura. Ya de por si estaba penado quedarse a esas horas en el dormitorio de las chicas, y mucho mas si vas a dormir ahí. También estaba penado el tratar de mantener relaciones, bueno.. sexuales en los interiores del castillo, por lo que de ninguna manera podían pillarlos, y sabía que si se quedaba no podría resistirse. Todo esto sin contar con el echo de que se encontraba realmente exausto, aquella cita del atardecer en la sala abandonada lo había fatigado completamente, y no sabía cuanto tardaría en caer dormido. Había abusado de su magia, y bueno, eso despues de todo, no estaba bien.

Separó el cuerpo del de su chica. El pesar y los remordimientos le inundaron y amenazaron con desbordarse, pero el no podía permitir que ella lo viese, y asi lo hizo, oculto su pena por tener que irse con una maestria que incluso a el lo asombro. Tras guardar tres puños de distancia con ella la miró sonriente y estiró su brazo para acariciar su pelo. Está sería su despedida. El hecho de acercarse y besarla en la frente suponía un contacto que realmente iba a lamentar despues, pues le haría la huida mas dificultosa.

- Nere.. Siento decirte que, bueno, me encantaría pero... es tarde, y no quiero que nos castiguen.. bueno, realmente me doy igual. Pero tu no, no puedo dejar que te castiguen.. y bueno, si me quedase... se que no podría contenerme... No en la misma cama que tu, por lo que lo mejor es que me vaya.. - Dijo borrando la sonrisa y poniendo un semblante sereno y serio, aparentando ser mayor de lo que era.

Sabía que la chica no aceptaría un no por respuesta, pero por el bien de ambos, el no debía sucumbir al si, por lo que siemplemente debería negarse hasta la saciedad, o cerrar la puerta delante de ella y desvanecerse, algo que realmente no tenía intención de hacer, confiaba en poder convencerla.

El beso duró un par de minutos ya que no quería que este se marchase. Cuando se separó se le quedó mirando mordiéndose el labio inferior, al escucharle y ver que se ponía serio entendía que tenía este razón. Si se quedaba ambos no nos controlaríamos y acabarían... Acostándose.... Dio un pequeño suspiro y asiento aun no no quería que se marchase, si ella estaba cansada... ¿Como estaría el...? Estaría peor aun que no quería preguntarle. En ese momento quiso darle un beso al menos en la mejilla o un abrazo para despedirse pero no lo hizo. Se quedo quieta quizás como una piedra o al menos eso intentó pero no lo consiguió. Asintió con la cabeza mientras se quitaba el colgante y lo dejaba encima de aquel tocador de color gris claro.
Esta bien...
Dijo en un pequeño susurro con la cabeza algo baja. Le miro y sonrío como si no le pasase nada. Estaba claro que no quería que se marchase pero si el quería irse tendría que aceptar su opinión ya que no quería discutir con el. Se le notaba perfectamente la tristeza en su voz, no quería que este se marchase pero no quería pelear con el por una tontería como esa.