Conociendo a nuevas personas (Libre de todos los Ravenclaw)

Muchas de mis amigas me habian invitado a ir a hogsmeade a conocer chicos, creo que ellas ya sabian mi respuesta antes de que yo se la dijera. Ellas se fueron sin mi, yo coji mi libro de "A 3 metros sobre el cielo" y me subi a la sala comun de ravenclaw, por el camino me choque contra varios chicos , iba demasiado embebida pensando en otras cosas. Llege a la puerta de la comun, y como siempre el aguila me formulo su pregunta :

En un determinado país donde la ejecución de un condenado a muerte solamente puede hacerse mediante la horca o la silla eléctrica, se da la situación siguiente, que permite a un cierto condenado librarse de ser ejecutado. Llega el momento de la ejecución y sus verdugos le piden que hable, y le manifiestan: "Si dices una verdad, te mataremos en la horca, y si mientes te mataremos en la silla eléctrica". El preso hace entonces una afirmación que deja a los verdugos tan perplejos que no pueden, sin contradecirse, matar al preso ni en la horca, ni en la silla eléctrica.

¿Qué es lo que dijo el reo?

Estuve pensando un buen rato, no queria fallar, porque si no me iba a morir de frio, estube treinta minutos dando la vuelta al coco y de repente se me encendio la bombilla y dije "moriré en la silla". Porque entonces, si fuese verdad, lo condenarían a horca, lo cual haría que su frase fuese entonces mentira...y viceversa.

La puerta se abrio... Y me encontré a una chica mirando por la ventana

Ah hola... perdón pensaba que la sala estaría vacia Y empece a cruzar el pasillo para llegar a la escalera.

Me dirigí a la sala común de Ravenclaw. Estaba bastante cansada después de la jornada de vuelo que había hecho con William en el campo de quidditch. Y tenía ganas de acostarme en la cama a leer algún libro. Supuse que la sala común estaría vacía porque la gran mayoría de personas se habían ido a Hogsmeade a pasar el día. Pero al entrar vi que había dos chicas, con las cuales no había tenido la oportunidad de hablar nunca.

Me acerqué a ellas y me disculpé por interrumpir su conversación.

-Lo siento por interrumpiros. Pensé que no habría nadie por aquí hoy. ¿Os importa que me quede aquí con vosotras un rato? -dije acercando una silla para sentarme.

-Me llamo Erina. Tú Nara, ¿no?-dije mirando a una de las chicas de la cual me había parecido escuchar su nombre al entrar a la sala-. ¿Y tú cómo te llamas?-dije mirando hacia la otra.

La verdad que me sentía un poco intrusa, pero después de cinco años en la escuela sin hablar apenas con nadie, ya iba teniendo ganas de conocer a personas de mi casa, y sentí que ahora que no había tanta gente en la sala era mi oportunidad.

Nada mas levantar la mirada del suelo me encontré con una chica, Tenia el pelo largo y negro, y aunque solo los vi de pasadame pareció que tenia los ojos verdes -Lo siento por interrumpiros. Pensé que no habría nadie por aquí hoy. ¿Os importa que me quede aquí con vosotras un rato? - Abrí un poco la boca para contestar, pero no dije nada, no sabia porque ... ¿Vergüenza? No creo, la había pasado muchas veces y no me sentía igual, así que lo único que hice fue sonreír y apartarme el mechón que me solía caer en la cara.
-Me llamo Erina. Tú Nara, ¿no? - Al principio pensé que era vidente o algo por el estilo, solo asentí -¿Y tú cómo te llamas?- ella miro a la otra chica y entendí que ella había entrado justo cuando dije mi nombre. durante la mayoria de estos 7 segundos habia estado admirando mis zapatos, y al levantar la vista la vi sentada en una de las sillas, asi que le conteste a los dos preguntas que podía contestar, ya que la otra chica no me habia dicho su nombre.
No te disculpes, yo también acabo de entrar y por cierto, si, me llamo nara, encantada. Fui directa a la estantería y deposite el libro que se me había caído encima de todos los demás para que luego pudiera encontrarlo con facilidad.
¿Y tu como te llamas?

Iba de camino a la sala común, tenía un libro entre las manos. Me gustaba evadirme y la sala común podía ser un gran sitio para ello, pero me dí cuenta de que la sala no estaba vacía, en ella había tres niñas hablando.

- Hola...- Tartamudeé, me costaba hablar, no me esperaba que hubiera gente. - Me llamo Alicia Cook y ¿vosotras?- Parecían simpaticas, aún tenía mi libro en la mano, era un poco fantastico pero me encantaba, se podía leer el titulo "El señor de los anillos" escrito con letras doradas. Era nueva, pero me daba igual todavía no había conocido a nadie, y quizas hoy podría hacer nuevas amistades.

- ¿podría quedarme un rato con vosotras?- Les pregunté. No sabían como iban a reaccionar asique decidí ir a mirar por la torre, desde ella se podía ver el inmenso lago.

Estábamos hablando Nara, la otra chica y yo, cuando entró una nueva muchacha en la sala. Pareció sorprendida al vernos. La verdad es que pocas veces andábamos de reunión social en la sala. Parecía que nuestra casa estaba hecha de intelectuales. Todos andábamos siempre medio perdidos en algún que otro libro.

- Hola...-dijo aquella chica que acababa de entrar-. Me llamo Alicia Cook y ¿vosotras? ¿podría quedarme un rato con vosotras?

-Por supuesto que sí-dije yo sonriendo-. Yo me llamo Erina. Encantada de conocerte -le dije dándole la mano.

Entonces observé que en una de sus manos llevaba el libro de "El señor de los anillos". Todavía recordaba aquella época hacía algunos años en la que había estado enganchadísima a toda la temática de esa historia.
-¿Te estás leyendo ESDLA?¡Qué chulo!-dije efusiva-. Yo he visto las pelis, pero la verdad es que de los libros sólo me he leído "La comunidad del anillo". ¿Qué te parecen los libros? ¿Están bien?

iba de camino a la Torre de Ravenclaw tenía mucho frío y allí se estaba caliente. El aguila me hizo una pregunta
" Estas paseando por una calle oscura, las luces de las farolas están apagadas, al igual que la de los escaparates, hay un coche negro con todo apagado, sus ventanas subidas y de repente se le cruza un gato negro y el gano no es atropellado ¿ Cómo es posible?" Me quedé un largo rato pensando, ya lo tenía.
- Porque es de día- El aguila se apartó y yo entré a mi sala común llena de niñas y un jarrón por los suelos.

-¿ Qué ha pasado aquí?- en un momento pensé que me había colado en la casa común de Slytherin una chica chillando y otras hablando en circulos.
- Hola me llamo Elisabeth- y me coloqué al lado de una chica morena alta. Por lo visto tenía el libro del Señor de los Anillos, había visto las peliculas pero nunca me había leido los libros. Miré a la chica por lo visto tenía un corte en la mejilla. - Ehh te sangra la mejilla- Le dije.

Entre un tanto cansada a la sala comun, lo unico que deseaba era relajarme sobre un sofa y leer un buen libro,
mire a muchas chicas platicando y un desastre, por un momento me quede confundida, y una de ellas
trato de poner orden de manera un poco... agresiva?
Pase junto a ellas y me acerque a una. - que es lo que ha pasado aqui?-
Me costaba creer que las ravenclaw hubiesen hecho algun desastre - Mi nombre es Blair, Blair Lualdi -. Le estreche la mano - espero no ser muy atrevida - Pense.

Acababa de llegar y ya había un jarrón por los suelos y para colmo ya tenía un liguero corte en la mejilla que arreglé con un ligero toque de varita. Acto seguido conocí a Erina decia que conocia el Señor de los Anillos pero que solo se había leido la comunidad del anillo. Miré con indiferencia a la chica que había tirado el jarrón y comencé hablar con Erina - Estan muy bien los libros cuando quieras te los dejo, ya verás que te van a gustar más que las peliculas- y le sonreí era simpatica.

Acto seguido entró una chica rubia que se llamaba Elisabeth y poco despues entró otra chica que se llamaba Blair preguntando que había pasado aquí "eso mismo quería saber yo" pensé. Desde luego habíamos hecho una entrada triunfal fastidiando el descanso de la chica, "pero si quería tener descanso ¿no era mejor que se fuera a los jardines o a la biblioteca?" - Tenía entendido que la sala común era para relajarse y hablar con nuestros amigos y compañeros y que si quería un sitio tranquilo existian los jardines, la sala de los menesteres o la biblioteca- y mire a una de ellas. Se podía apreciar que Marissa no estaba agusto con nosotras, y ahora menis que cada vez iban llegando más chicas

Marissa era del tipo de personas que detestaba dentro de nuestra casa. No me gustaba para nada la reacción agresiva que había tenido. Ella no era la dueña de aquel lugar, y si tanto le molestaba nuestra presencia siempre podía irse al jardín o a donde quisiera. Alicia dijo lo que yo pensaba en voz alta y yo la apoyé.
-Pues sí, tienes toda la razón.

Aun así ya no andaba agusto. Tenía miedo de otra reacción de ese estilo por parte de Marissa, así que bajé el tono de la voz.
-Gracias por lo de los libros-le dije a Alicia-. Yo me traje aquí al colegio uno que quizá no hayas leído, no lo sé. Yo tampoco lo he hecho, pero como me lo regalaron me lo traje para ver si me animaba a hacerlo aquí. Es "El hobbit". Tengo entendido que van a sacar una peli dentro de poco, y he pensado que mejor leer el libro antes de verla porque después... Me entra la pereza.

Dos chicas nuevas habían entrado y me volví hacia ellas.
-¡Hola a las dos! Yo me llamo Erina. Encantada de conoceros. Y nada, lo que ha pasado es que poco a poco nos hemos ido juntando aquí a hablar y por lo visto a Marissa le molestamos. Y bueno, en fin-dije bajando la voz para decir lo último.

-¿Os apetece tomar algo? Conozco a un elfo de los de la cocina y me ha dado unos zumos. Hay de piña, de melocotón, de sandía, de melón y... Creo que ya está. ¿De cuál queréis?-dije pasándolos para que los miraran.

Erina sacó zumos que se lo habían dado. - ¿Me puedes dar uno de piña?- Y en cuanto al Hobbit ese no me lo había leido. - No, el Hobbit todavía no me lo he leido- Luego apareció otra muchacha.

- Hola- le saludé con una sonrisa. - Pues la verdad no tengo una sola sino dos. La primera es transformaciones, después defensa. ¿Y las vuestras?- La verdad que me estaba empezando a sentir cada vez mejor, a diferencia de la chica del jarrón las demás eran todas muy amables.

La nueva chica se llamaba Nara un nombre muy bonito además que era muy guapa y a simple vista parecía ambale, ella traía galletas hechas por su padre. cogí mi mochila y miré a ver lo que tenía, por lo visto tenía chocolatinas que me habían mandado con motivos de Nueva York - Tomad, yo tengo chocolatinas con los edificios de Nueva York- Y las dejé en una bandeja que acababa de crear

Marissa no me había caído bien desde el principio, y el que ahora se uniese a la fiesta y compartiese con nosotras algo más no iba a ayudar nada a que la mirase con mejores ojos. Me parecía una chica muy engreída, y no me fiaba ni siquiera de lo que fuese a traer para compartir.

Seguí respondiendo a la pregunta que había hecho Nara.
-Pues mis clases favoritas sin duda son defensa contra las artes oscuras y pociones. Transformaciones también me gusta pero... Se me da bastante mal-dije algo avergonzada-. Y ya que estamos lanzo también otra pregunta... ¿habéis pensado a qué queréis dedicaros cuando salgáis de aquí?

La verdad es que yo no tenía ni la menor idea de qué hacer. Prácticamente estaba cursando todo lo que podía para no cerrarme puertas. Y a lo mejor el saber qué pensaban ellas al respecto me acababa por convencer con alguna profesión.