Poesias... (Libre)

Hace un tiempo sentía ya mi único escape el esconderme por las noches lo que provocaba en mi un aliviado descanso, como si de dormir se tratase pues ante lagrimas que estaban desolladas como rasgadas heridas que no cerraban necesitaba de ese silencio que sanara de a poco las cosas, o al menos eso pensaba inocentemente, la falta de experiencia me perjudicaba sin duda y era algo que no podía llevar entre los brazos, me sobrepasaba.
Siempre decía que escribir poesías era un juego que de verdad servia para el espíritu, tenia libros y libros sobre poesías, con ese aroma a biblioteca añeja que hace recordar momentos que ni siquiera viviste pero que son tan tuyos que los libros se vuelven asunto personal, igual que el amor, las caricias y un beso perdido entre frases que serán del olvido, del sentimiento y algo mas que un simple perdón.
Procedí a sentarme cerca de algún roble del bosque prohibido a escribir metáforas y poesías sobre lo que mi alma solía expresar, desahogar y alumbrar como gritando que deseaba escapar, correr a buscarla y atraparla para nunca mas perderle.

" Deseaba perderme entre tus palabras como si de mi hogar fuese, y que los momentos que alguna vez fueron, no sean mas que metáforas sobre lo que debe suceder y lo que debe olvidarse para enterrarlo en mi corazón tan sensible como el tuyo, que alejara mis sentimientos y los volviera piedra para poblar el mundo y convertirlo en un Gran Cañón, donde ni el Río Missisipi, ni el Amazona puedan esconder tanto amor que existe en mi corazón para ti, que ni las guerras ni los tratados entre humanos sean objeto para alejarme de tu suave presencia, que alguna vez fue tan cerca de mi ser como lo fue la Luna para el homo sapiens, o las estrellas para los poetas, y tan sencillamente tus labios de los míos que no podrían desterrar tanta fragilidad entre palabras y suspiros que jugaban como niños al escondite, al árbol secreto, y a mandarse cartas como quien teme amar, como quien teme perderte... "

Caían lagrimas entre los escritos de mis suspiros, aquel cuaderno que plasmaba tan verosímilmente tanta verdad con tal agresividad como una palabra o un beso podrían resultar si así desease que fuesen, era por ello que la soledad me era grata en estos momentos... donde esperaba en lo profundo de mi corazon... que llegara alguien mas, sabiendo que fueras tu quien sonriera a mi alma durmiente, pues era hora de despertar.