Al fin en Ravenclaw (libre)

El final de un cansado día, mis pesados pasos suben por fin las escalinatas de la torre Ravenclaw hacia el salón general. Una mirada detenida a todo el lugar, impregnándome de toda la energía que este emana. Deposito en el suelo mi deshilachada mochila y retuerzo mi pie derecho dando círculos en la alfombra delicadamente decorada que hay en el suelo. Un acto reflejo, algo que me gusta hacer desde pequeño cada vez que mis pies me duelen por lo cansado.
Tardo al rededor de media hora en recorrer y admirar la habitación en su totalidad, finalmente tomo mi mochila nuevamente, saco una hogaza de pan viejo y me acomodo en una mesa cercana a la puerta de entrada. El apetito se me había estado abriendo desde que llegue al castillo y quería aprovechar este momento de soledad parar hincar el diente sin vergüenza.
Me pregunto donde estaran todos en este momento, sera mejor que me informe con el estado de las clases o me pasare el año perdiendo tiempo sin nada importate que hacer.

- No es mi día- Me reprendía mentalmente al entrar en la Sala Común, había tardado cerca de media hora en dar con la respuesta del acertijo en la entrada, si seguía tan despistada definitivamente mis compañeros se avergonzarían de mí. Por fortuna la sala estaba casi desértica a excepción de un chico que estaba comiendo, rodé los ojos y me senté en el último sofá de la estancia, saque mi libro de Pociones y me puse a leer, al terminar cerré el libro y mire nuevamente al muchacho.
- Podríamos conversar un momento? No me siento realmente bien hoy-. Pregunte con mi falsa seguridad característica, no veía a mis amigos desde hacía una semana y el silencio estaba amenazando con hacerme explotar.

Casi me trago el pan entero cuando me di cuenta que alguien entraba en el recinto. Trate de parecer lo mas normal que podia mientras me quitaba el pan desde la laringe.

Vaya, no habia reparado en que estabas ahi sentada. Que haces tan lejos casi no puedo verte. Dije abandonando mi silla para adelantarme unos pasos hacia ella.

Soy Paul, recien llegado. De hecho acabas de interrumpir felizmente mi almuerzo de por lo menos dos dias. Espero a que tengas una buena excusa para ello. Agrego muy divertido.

De todas formas me vendra bien un poco de chachara, pero lo siento que descortes que eh sido no habia visto la tristesa que reflejan tus ojos. Estas bien?

Me acerco un poco al sofa para poder examinarla con mas detenimiento sondeando sus profundos ojos. Me vendria bien conocer alguien con experiencia en la escuela. Pero de momento todo queda en segundo plano debido a sus ojos.

Le mire con una ceja alzada muy extrañada con su respuesta, no tuve tiempo de contestar cuando lo ví acercarse, de todas maneras me puse alerta no tenía idea de sus intensiones.
- Lo siento Paul, no tenía idea, adelante puedes almorzar no me molesta -. Comenté de manera educada haciéndome a la orilla del sofá por si quería sentarse. - Yo soy Blair-. Añadí rápidamente, mientras
buscaba como responder a su pregunta sobre mis sentimientos - Me encuentro bien, solo que últimamente la rutina me esta devorando y a mis amigos no los eh visto en días-, suspiré - Ahora cuéntame tu, ¿Cómo es que no has comido? ¿Y porqué no te había visto por aquí?-. Le pregunte mostrando mi mejor sonrisa,
lo único que necesitaba para recuperarme era socializar, solo eso.

-No es raro que no me vieras por aqui antes, soy esa especie de gente que se esconde a plena luz, podrias pasar por frente mio y no notarme, asi soy Respondi con un ligero levante de hombros, como restando importancia al asunto.
La verdad es que apenas estoy llegando, tarde un tiempo en ubicar mi casa, apenas llegaba a depositar algunas de mis pertenencias. El hambre me detuvo y bueno el resto lo sabes. Tome asiento en el descanzo del sofa a modo de no molestarla en absoluto, con la suficiente separacion entre ambos como para que no se sintiera incomoda.
No te preocupes por mi comida, de todas formas ya estaba terminando. Hace dias que no me sentaba a comer, solo picaba de a ratos. Es un viaje largo desde mi pueblo hasta aqui, sin contar que ando algo corto para el pasaje, por lo que me eh visto obligado a venir a pie. Me limpie la ropa de las migas de pan que habian quedado atrapadas en ella y con el estomago lleno me sentia de muy buen humor.
Pero basta de hablar tanto Paul, deja que ella respire! me apresure a decir, como para cortar el ambiente cuando amenazaba a quedarme sin conversacion.
Ahora dime, vienes a buscar a alguien? o solo estabas paseando?

Asentí con atención a sus palabras mientras recargaba mi brazo sobre el respaldo del sofá, a pesar de todo tenía una apariencia que difícilmente sería poco notoria, iba a preguntarle sus trucos de ofuscación pero el solo
respondió al decirme que acababa de llegar a Hogwarts.
-Ya veo... - Dije para que notara que prestaba atención, el tomo asiento en el sofá un tanto lejos mío, discretamente mire alrededor de mí y recordé que esa mañana había decidido estrenar una nueva colonia que me envió mi madre, pensé internamente que el aroma no era tan agradable así que casi sin darme cuenta me hice un tanto hacia atrás, no quería marear al chico.
-¿A pie? Por Merlín!! Debes estar agotado, mejor ir a descansar ahora mismo -. Sugerí muy alterada, con mi tono autoritario de madre -No te quitó más tu tiempo, comes y te vas a descansar! No deseo ser culpable de un colapso tuyo -. Me puse de pie y me paré detrás de él. -Te daré un masaje, soy bastante buena, mientras lo hago te platicare de mí - Dije sonriente y puse mis manos sobre sus hombros, suspire -Espero no molestarte, pero no puedo dejar a uno de los nuestros así, no te dolerá, al contrario -. Comencé a masajear sus hombros suavemente por si el no estaba deacuerdo.