Es mejor dejar en claro algunas cosas. {Samie}

Inicio de curso, era un tema un poco atrasado ya, pero seguía siendo el tema del momento. Ya en el séptimo año no se hacía muy interesante la vida en el colegio, tomar las clases que quisieras, todos en el Colegio te conocían, incluyendo profesores, entre otras cosas, en ocasiones se asomaba lo monótono, pero era necesario soportarlo para terminar los estudios. Despierto desde muy temprano veía pasar las aves frente a la ventana de la torre Ravenclaw, añorando los momentos que solía disfrutar en el jardín con Mei, ahora mi exnovia, aunque las cosas habían terminado bien entre nosotros, se extrañaba de igual manera los buenos momentos que había tenido con ella. Suspiré y volví al borde de mi cama, observando desde la ventana como el sol se asomaba en el horizonte dejando entrar estelas de luz solar en la habitación, viendo como las cosas se iluminaban dentro de la habitación. Me levanté, colgando la túnica en mi hombro. Bajando por las escaleras, hasta llegar al pasillo principal, aprovechando para caminar en búsqueda de algo o alguien para terminar con la monotonía, al menos por ese día. Llegando con pasos cortos a la Aula abandonada, viendo los pupitres llenos de polvo, el pizarrón de igual forma, las telarañas hasta se asomaban en el lugar. Me acerqué a una ventana para observar desde esta, esperando algo para mejorar el día.

Mantenía la vista fija en el mismo lugar, conservando la misma posición, viendo los animales cruzar por el jardín frente a mi posición. Pájaros buscando donde buscar un poco de sombra, ardillas escondiéndose en arbustos. Suspiré desganado, me sentía raro ese día sin ganas de hacer algo, como estar todo el día sentado en la Sala Común o acostado, viendo las cortinas color azul mar. Bajé mi mirada soltando otro suspiro, volteándome sobre mi talón para volver al pasillo, continuar cruzando por el pasillo para seguir con mi camino a cualquier lugar, buscando un lugar donde platicar o hacer algo interesante.

Una voz suave, conocida pero no la reconocía del todo en el momento, comentó un comentario algo chistoso a decir verdad. Me volteé a ver de quién se trataba para notar que se trataba de Samie, prefecta de Hufflepuff, eramos buenos amigos, compartíamos uno que otro comentario chistoso cuando nos veíamos en el pasillo, sonreí mientras volvía mi vista a ella para responder a su comentario. — ¿Sabiondas? — pregunté arqueando una ceja. — No lo soy, bueno es lo que creo — dije de manera despreocupada para ella.

Me acerqué para no tener tanta distancia entre ambos. — Cambiando el tema, ¿Cómo has estado? — pregunté conservando la sonrisa en mi rostro, tal parecía que mejoraría el día, siempre la pasaba bien con ella, podía ser lo necesario para alejarme de mi melancolía del momento, esperé su respuesta con la misma sonrisa en el rostro de antes, esperando su respuesta para continuar con la charla.

Reí un poco al escuchar su proposición, pensando detenidamente si hacerlo o no. Para cuando me calmé ya había conseguido en mi mente la respuesta a su proposición. Sonriendo al dejarla revolotear mi pelo, hacía un tiempo que no la veía, por lo que no tenía problema con que lo hiciera. Pensé un poco más para dar la respuesta finalmente. — Debo amitir, que me tienes contra la pared — conservando la sonrisa en mi rostro para terminar la frase. — Metafóricamente — dice alzando mis manos de forma despreocupada. — Simplemente, me han dicho eso pero lo sigo negando, aunque debo decir que a veces lo pienso de esa manera — dije suspirando para luego encogerme de hombros, ya tenía el aire de informalidad desde que ella me había revoloteado el pelo, me quedé con una sonrisa esperando su respuesta a mi comentario.

Pasando unos pocos segundos antes de que obtuviera mi respuesta, con una breve historia, que englobaba a los niños, trabajo, su prima y estudios para no bajar el promedio de pociones, asentí con una sonrisa a todo lo que decía. — No sabía que tenías una prima aquí en el castillo, hay que ver que tenemos un tiempo desde que no hablamos entre nosotros — comenté chistoso al verla recargarse nuevamente sobre el marco del puerta. Escuchando a su próximo comentario, una pregunta de hecho, la típica al tener tiempo sin verse. — He tenido mejores días a decir verdad — me encogí de hombros nuevamente. — Pero bueno, supongo que en un futuro estaré mejor — hablé para ella tratando de darle poca importancia a lo que dije anteriormente. Escuchando a lo otro que tenía que decir. — En su tiempo sí, pero con el tiempo se me pasará — comenté tratando de no darle más importancia de la necesaria al tema.

Mostré una sonrisa, al verla ahí con su libro entre sus brazos, realmente parecía una alumna Ravenclaw así, me acerqué a golpear el libro un poco con el índice. — Debo admitir que te ves como una Ravenclaw con ese libro en tus brazos — bromista dije para ella, sonriendo para que no se enfrascara del todo en lo que había dicho antes, me alejé un poco para volver verla, con una sonrisa para continuar con aquella conversación entre ambos, una que parecía prometer alegrarnos el día a ambos. Esperé su respuesta con una sonrisa, epserando sus respuestas.

Noté como pasó por alto mi semi-confesión de ser un sabelotodo. Sonreí al vercomo asentía, escuchando el leve tono en reproche con el que respondió a lo que había dicho de nuestro tiempo sin aparecer, acercándome a ella para besar su mejilla. — Eso no es verdad, siempre tengo tiempo para ti — dije con un aire de broma para ocultar la misma veracidad del comentario, aunque era cierto que la extrañaba, preferiría decirle eso en otra ocasión, este momento era algo así como un recuento, sonreí mientras volvía al encuentro, escuchando a tiempo la historia de su prima. — Entiendo, entiendo — dije asintiendo con la cabeza mientras contaba la historia. — Es bueno que tengas familia en el castillo, yo al ser hijo único no tengo hermanos y mis padres están en su casa en Londres, mis tíos prefirieron no tener hijos, por eso no tengo primos, tengo un familia pequeña pero así decirlo — dije apartando la cara de ella, tomando distancia nuevamente entre nosotros. Pensando detenidamente en el beso y que no pensara que haya sido algo atrevido. Esperé su respuesta paciente mientras pasaba mi atención a su próximo comentario.

Solté una risa al escuchar su comentario consolador, atenuando el mismo con una sonrisa. — Hay que admitir que no sería el mismo con esa cara — comenté de igual manera con la misma sonrisa, manteniendo la cercanía entre nosotros, aún sin acercarme mucho. — O es que no te gusta verme así — comenté bromista para ella mientras soltaba una pequeña risa, moviendo mi mano luego. — Bromeo, bromeo — sonreí nuevamente, para ella. — Es raro, ahora me he vuelto risueño — dije para fruncir el ceño un poco, aunque seguramente le gustaría el que estuviera sonriendo, ya tendría la respuesta según mis comentarios. Asentí mientras volvía a sus próximas respuestas.

La miré extrañado por la risa que había soltado, obtuve mi respuesta un poco después. — Sí, un águila, como yo — dije para seguir con la conversación entre ambos. — Bueno, podríamos trabajar para que deje de ser en solo apariencia — hablé una vez más con una pequeña insinuación detrás del comentario. Alcé mi vista a su mano, mientras sentía el contacto de su dedo en mi frente, sonriendo mientras lo tomaba su mano, apartando la misma de mi frente mientras la dejaba la seguía tomando. — Tampoco es para que le des crédito de más a los Ravenclaw — dije mientras dejaba que su mano se volvía nuevamente a su libro. — Bueno, eso me hacer mejor Raven que los otros — dije en un tono suspicaz, esperando su respuesta, con una una sonrisa despreocupada.

Sonriendo al igual, parecía no incomodarle el beso que había dado en su mejilla momentos atrás, me quedé parado ahí, esperando lo que fuera a decir, para mi sorpresa un comentario igual de afirmatorio que el mío, asentí mientras pensaba lo que diría. — Debo admitir que no pensaba que dirías eso — dije en pos de confesión para ella, era cierto lo que decía, pero era un buena señal eso. — Es bueno conocer eso entonces — dije sonriente mientras volvía a sonreír, besando su mejilla en otra ocasión. apartándome una vez más para no tener una distancia incómoda entre los dos, sonriendo esperando sus próximas palabras.

Mantenía la distancia con ella, poca, pero no pasaba a lo incómodo, sonriendo en todo momento para no dejar que la melancolía me invadiera nuevamente, es verdad que somos buenos amigos, pero aún así no quería que escuchara todo lo que tenía que decir,s eguro se aburriría. Sacudí mi cabeza un poco para volver con mis pensamientos al encuentro entre nosotros, asegurando la atención en ella, para que no pareciera un gesto de mala educación mientras la ignoraba.

Mostrando una sonrisa para ella, después de haber comentado que podíamos convertirla en una Ravenclaw, tanto de imagen como de pensamiento. — No sé, pero podemos hacer algo para lograrlo — dije para ella, conservando la sonrisa en mi cara. Observando como su cara cambiaba a una expresión de sorpresa al tomar con mi mano l suya, era primera vez que lo hacía y aunque no de una manera como pareja, pero aún así era extraño que lo hicera, riendo un poco al acto. — Ahora que lo veo, es primera vez que logro que te sorprendas — dije mostrando una sonrisa para ella. Mostrado una expresión algo raro combinada con incredulidad y desconcierto con una ceja levantada. — Pues... juntándome contigo seguro consigo algo de espíritu Tejón — dije un poco bromista después de asentir a lo que había dicho sobre mi comentario de otros Raven. — Gracias, seguiré siendo esa águila que te agrada — dije manteniendo la sonrisa.

Mostrando una sorpresa a su pregunta, un cambio de tema algo drástico, pensado un poco para luego dar mi respuesta. — A decir verdad, siempre quise formar parte, pero nunca me animé del todo para presentarme al equipo — dije para ella asintiendo. Escuché lo otro que dije, riendo un poco. — Muy confiada Tejona, puede que las águilas te den una sorpresa este año — dije riendo un poco mientras correspondía al tono bromista con el que había dicho el comentario. Asentí mientras esperaba su respuesta, sonriente.

Era extraño, pero era cierto que mi encuentro con ella podía alegrarme, siempre lo hacía. Lo que era extraño es que ninguno de los dos negara la frase, aunque eramos buenos amigos, aún así era extraño decirnos eso, lo veía más como para una pareja o algo similar. Mantenía la sonrisa en mi rostro en todo momento, es una buena amiga y se hacen interesantes los encuentros con ella, por lo que era mejor aprovechar y, por lo que había dicho, también le gustaba compartir conmigo, lo que hizo que la sonrisa se acentuara aún más, pero nunca llegaba a ser tan notoria. Me quedé estático esperando su próximo comentario, aunque a decir verdad me agradaba darle besos en la mejilla, era mejor que lo dejara para mí, era la primera vez que lo hacía, al menos ese el primer encuentro en que lo hacía y ya era la segunda vez, pero se quedaría así, al menos que ocurriese algo para darle nuevamente un beso en la mejilla. Asentí sonriente, al darme cuenta que era agradable estar con ella.

Mantuve la sonrisa en mi rostro en todo momento, aunque se asomaba lo de Mei de vez en cuando, pero era más agradable pensar en mi encuentro con ella justo ahora. Comencé a sonreír de una manera más evidente, por alguna razón no me costaba mostrar sonrisas a ella, tenía algo que hacía aparecer con facilidad ellas en mi rostro, no me molestaba a decir verdad, me conocía por ser educado y alegre a la vez, sin una de esas era extraño verme. Mantuve la sonrisa ya más calmado para ella, en cierto modo había logrado evitar el pensamiento de la ruptura y disfrutar el momento actual.

Solté una risa, una risa un poco sonora al escuchar lo que me había dicho. — Bien, entonces es un reto, descubrir esa manera en la que podrías ser una águila de mente también — dije con una sonrisa que rápidamente se cambió por una expresión inquisitiva para ella, la primera en el encuentro, pero seguramente vendrían otras para hacer más interesante el encuentro. Acercando mi cara un poco a ella al escuchar su respuesta en pos del comentario de lograr sorprenderla, acercándome del todo para dejar otro beso mientras me apartaba riendo por escuchar lo que había dicho. — Entonces estoy mejorando en esto — dije con un toque de reto en mi voz, realmente era agradable estar con ella, para haber comenzado mal la mañana comenzaba a mejorar notoriamente, me alegraba que así fuera. Escuchando su risa por mi respuesta a ser un tejón, simplemente me quedé sonriente a su acción.

Sonriendo ella al igual que yo, imaginé que era por lo de conservar la personalidad, me quedé sonriente frente a ella mientras esperaba la próxima pregunta o comentario para seguir con la charla. Cambiando nuestro punto de conversación al Quidditch, el cambio drástico de ella, pero era agradable para dejar de lado lo que teníamos en la mente en ese momento, escuchando con atención lo que había dicho. — ¿Ah sí? — dije alzando una ceja para dar un aire de incredulidad. — Entonces puedo cumplir tu deseo, participaré en el equipo — dije de manera decidido antes de acercarme un poco más a ella, hablando en su oreja. — Aunque no te lo dejaré fácil, tenlo claro — dije tomando distancia nuevamente para seguir esperando su respuesta. Asintiendo de manera casi automática a su comentario, ya iban dos retos indirectos entre los dos, aunque ambos fueron seguidos por una sonrisa. Tomando la rana que recién me había arrojado con facilidad con mi mano derecha. — Ya verás que te dan una sorpresa las águilas — hablé mientras la veía terminar la rana mientras masticaba hasta terminar de tragar la misma, mirando la mía mientras le quitaba el papel para dar un pequeño mordisco.

A decir verdad tenía mucho mejor el humor que hace unos minutos atrás, al momento del encuentro. Mi compañera había hecho que sonriera en repetidas ocasiones con sus comentarios y acciones que, por impulso me hacían mostrar una sonrisa o soltar una risa, aunque la mayoría de las vece se trataba de un comentario que me hacía sacar una sonrisa a lo que respondía de igual manera logrando lo mismo en ella, pareciera como si al yo sonreír, lograba que ella lo hiciera de igual manera para hacer del encuentro algo mucho más agradable, parecía extraño pero teníamos cierta especie de conexión entre los dos, no al punto de ser pareja, pero nos hacíamos buena compañía a la hora de estar juntos. Mostré una sonrisa, acentuando un poco la misma mientras me percataba de lo bien que lo pasábamos juntos.

Mantuve la sonrisa mientras veía como accedía a mi proposición con un movimiento de su cabeza, esperando a que dijera algo a continuación, me sorprendió que no viniera por lo que me dediqué a observar a mi compañera, sus facciones, nunca lo había hecho con detenimiento a decir verdad. Pero sus ojos parecían entrar en mí. El resto de sus facciones siempre habían sido bien definidas, una sonrisa que, aunque no dejaba salir a menudo era natural y se veía muy bien. Volvía a mi posición después de aquel pensamiento mientras volvía de besar su mejilla por tercera vez, aunque parecía no decir nada, me limité a mostrar otra sonrisa para ella, esperando algún comentario para seguir con la charla, viendo sus labios, en espera de una nueva sonrisa que, a decir verdad parecían ir surgiendo con mayor facilidad y eso causaba lo mismo en las mías.

Acercándome, viendo como antes de eso abría su boca para dar una respuesta, hablé suave en su oreja y al parecer le gustó, pues dejó un beso en mi mejilla antes de que me apartara del todo. — Parece que lo he hecho muy bien, he conseguido un beso tuyo — dije riendo un poco para ella. Calmándome un poco tras eso, asintiendo a su comentario, mostrando una sonrisa. — Es como si pareciera que no me dejarás nada fácil — dije para ella suspirando un poco. — Eso es bueno, las cosas fáciles aburren en cierto punto — hablé una vez más para completar la frase, ahora dando una respuesta entera a lo que había respondido momentos atrás, para dar fluidez a la conversación, ahora agradable entre los dos, mostrando una sonrisa en forma de gratitud, ella me había ayudado a distraer mi mente, era cierto eso mientras seguía con la mirada en ella.

Me distraje mientras daba un pequeño mordisco a la rana notando como tenía la mirada fija en el techo del aula, escuchando lo que me había dicho mientras tragaba. — Debes admitir que te han agradado — dije mostrando una sonrisa para ella, la cual se vio como si hubiera sido correspondida con la de ella al bajar la mirada. Siguiendo con la mirada a dónde veía, observando la ventana donde veía al jardín antes de que llegase ella. Sintiendo la brisa golpear mi cuerpo al abrir la ventana, escuchando su próximo comentario. — A decir verdad, hacía falta ventilar el Aula — Dije para ella. Acercándome para observar por la misma, mientras sentía la brisa golpear mi rostro en espera de su respuesta, manteniendo una sonrisa en mi rostro.

Mostré una sonrisa mientras mantenía el intercambio con ella, conservando ahora las sonrisas que, ella me haya ayudado a superar el episodio, me hacía realmente replantearme todo el tiempo que había estado recluido en mi habitación, pensando en lo que había pasado. Sonreí con ella, mientras observaba como parecía ser que ella se perdiera en sus pensamientos, sin reaccionar, lo había hecho momentos atrás, era momento de permitirla a ella para hacerlo, conservando la sonrisa. Encogiéndome de hombros un poco, con la misma sonrisa al momento en que volvía a despeinar mi cabello. — Parece que te gusta hacerlo — dije riendo un poco, no me molestaba el hecho de que lo hiciera, de hecho es como si al hacerlo me hiciera alegrar el día, no me quejaría para nada. Escuchando lo que decía mientras asentía para ella.

Riendo un poco a su comentario, ahora era cierto que ella le agradaba, podía hacerlo nuevamente, y no tendría mayor queja de su parte, aunque tampoco debería abusar de eso, simplemente mostré una sonrisa mientras la veía caminar a la ventana. Miré como la abría y dejaba que la brisa golpeara su cabello, moviendo los pocos mechones que tenía en su frente, riendo al siguiente comentario de su parte. — Vamos, no soy tan caballeroso como dicen por ahí — dije para ella tratando de avivar un comentario alegre o una risa en ella. La dejé reposar sobre el alfeizar mientras dejaba en el aire lo que había dicho esperando su respuesta.

Mientras veía como seguía frente a ella la ventana con la entrante brisa en el aula, observando como aflojaba su moño en el cabello, dejando caer su cabello con mucha suavidad sobre su espalda. Observando como se veía el cabello suelto en ella, se veía mucho mejor así, le daba una apariencia más estilizada por así decirlo, no sabía muy bien que era, sólo se veía bien. — Me gusta verte con el cabello suelto, eso es algo que se puede contar — hablé para ella en respuesta a su comentario mientras veía como se sentaba sobre el alfeizar mirándome a lo que correspondía a la mirada.