Yo sé que hay estrellas [Samie Dunfer]

Si había algo que adoraba de ser prefecta era que me tocaran las rondas nocturnas, sufría insomnio más que a menudo, por no decir que revivir en sueños una y otra vez cosas del pasado no era para nada placentero y no me daba un minuto de descanso, agradecía al maquillaje por disimular mis ojeras, además las rondas nocturnas servían para evitar que mi hermano se preocupase por las pesadillas. Evitaba usar mi varita durante la noche, tenía buena vista en la oscuridad y además conocía el castillo perfectamente aunque solo estuviera allí hace dos años, era más fácil encontrar algo o alguien sospechoso si no llamabas la atención con un Lumos.

Al terminar mi ronda, no sentía ganas de dormir, me sentía como era habitual asfixiada por las paredes del castillo, aquel lugar más de una vez parecía una cárcel a mis ojos pero era una cárcel necesaria para forjarme, por más autodidacta que me considerara aún no estaba preparada para mis objetivos. Comencé a subir las escaleras de una de las torres, las torres eran el lugar que más agradaba de todo el castillo, me daban algo de la libertad que anhelaban podría decir, al terminar de subir levante mi rostro al cielo observando las pocas estrellas presentes y disfrutando del fresco de estar allí arriba, al bajar el rostro pude notar una pequeña sombra, era una persona abrazada a sus piernas en un pequeño recoveco, saque mi varita – Lumos- una tenue luz ilumino el lugar y observe al chico, le conocía de vista quizás…. Un ravenclaw estaba casi segura – ¿sabes que no se puede andar fuera de los dormitorios a estas horas no? – pregunte mientras me apoyaba contra el borde de la torre y bajaba la luz de mi varita al punto de ser apenas diferenciable de la luz lunar, no quería que alguien nos encontrara ya que mi ronda había terminado y arruinarían mi diversion.

Observe curiosa al chico, esperando su reacción, usualmente debería notificar aquello pero no me sentía de humor para hacerlo, aunque si me divertiría con las reacciones de un Ravenclaw que no siguió las reglas y fue atrapado. No era raro de los Slytheryns, siquiera de los Gryffindors o de mi propia casa pero los Ravenclaws eran supuestamente los más listos y correctos así que aquello me divertía, molestaba a Stefano por ser uno de ellos así que era común que molestara a alguien de ellos que siquiera conocía.