Buscando nuevos conocimientos (Math)

Iba camino de la biblioteca. Ya tenia toda mi tarea terminada, pero quería leer algo sobre Quidditch. No lo podía practicar, ya que con mis ataques de asma, y mi poca habilidad en el deporte me impedían de sobra. Pero tenia curiosidad.
Al no tener relación con este mundo desde pequeña, había un millón de cosas que se escapaban de mi mente. Y el ver entrenar hoy al equipo de mi casa me despertó las ganas de documentarme sobre aquello.
Andaba dando saltos, intentando no caerme con esas malditas escaleras a las cuales aun no había cogido el truco, y se movían cuando menos lo necesitaba. Seguramente si alguien se estaba fijando en mi, se lo estaría pasando en grande viéndome como un pato mareado por los escalones.
Tras un buen rato, abrí la majestuosa puerta. Sin querer llamar mucho la atención.
Deje el grueso abrigo en una silla cercana, y con las mangas de la túnica remangadas, me puse a buscar la sección de deporte.
"Quidditch a través de los tiempos" Sonreí satisfecha, ya que seguro aquel ejemplar seria el mas completo y resolvería todas mis dudas de muggle. Gire sobre mis talones de camino a la mesa, con el pesado libro apretado contra mi pecho.
- Vaya ¡Pues si que tiene historia este deporte! - Exclame en un tono medio, pasando frenéticamente las paginas - ¿Snitch dorada? ¿Bludgers? ¿Y eso que es?

Me dirigía a la biblioteca, necesitaba consultar un par de datos para terminar un trabajo, y de paso tenia pensado sacar unos pocos libros como entretenimiento para los ratos libres, al pasar por la sección de deportes vi por el rabillo del ojo que una chica peleaba con una escalerilla con tal de alcanzar un libro, aparté la mirada para dejar sobre una mesa cercana a esa sección mis cosas antes de decidirme a ofrecerle mi ayuda; cuando llegué la oí hablar sola - pues son pelotas - le dije - de distintos tamaños y con distintas funciones - añadí.

Me acerqué a ella - Math Stone, de ravenclaw - dije presentandome - así que quiddich, ¿te gusta ese deporte? - pregunté colocándome junto a ella.

Una voz masculina resolvió todas las preguntas que masculle en voz alta.
Gire buscando a su dueño, un chico de Ravenclaw.
- Oh. encantada - Le contesté sonriendo y me dispuse a presentarme yo también - Ciara Whitefield - Señale el escudo de mi uniforme orgullosa, agrandando la sonrisa y añadí - De Hufflepuff.
Como se colocó junto a mi, arrastré el libro sobre la mesa para que quedara en el centro de los dos.
- Bueno, hace poco que he descubierto de su existencia, y me gustaría documentarme un poco sobre el tema, lo general vamos. Nunca se cuando me vendrá bien - Terminé pasando otra hoja del libro, en el cual venían dibujos y medidas del campo y los aros - ¿Tu lo practicas? - Pregunté al ver que sabia algo.

- ¿Así que hufflepuff? - pregunte al vez como se enorgullecía de su casa - una gran casa, aunque a decir verdad todas lo son

- Si, juego al Quiddtich de vez en cuando aunque no pertenezco al equipo de mi casa - dije - ¿eres de primero, no? - pregunté - es comprensible sentir curiosidad por algo que te gusta y desconoces, yo no soy un experto en Quidditch, pero podría ayudarte si lo necesitas claro - me ofrecí - aunque este libro es de los mejores en la materia - comenté - fíjate que en la ficha de la biblioteca que hay en su interior figuran algunos los nombres de los capitanes de Quidditch más importantes que han pasado por hogwarts

Escuche todo lo que me contó con gran interés. Vaya, tenia suerte de haber dado con un jugador ocasional de aquel deporte.
- Bueno, me gustaría saber lo básico, como se juega, como se utilizan las pelotas o las funciones de los jugadores - Comente echándome para atrás un mechón rubio - ¿Puedo preguntar porque no estas en el equipo de tu casa? - Quizá había alguna razón personal o algo simplemente no quería contar. De todas formas me gusta ser prudente en ese tema, no toda la gente es tan abierta a contar su vida como yo.
Pase otra pagina del libro, donde salia un estadio muy famoso y una breve historia sobre los mundiales de Quidditch. Puse una mano en el libro y volví a leer el mismo párrafo.
- Fíjate ¡Si hasta se hacen mundiales! Es como el fútbol en el mundo muggle - Reí tranquilamente, esperando que a el no le molestara el hecho de que fuera, como algunos lo denominan "Sangre Sucia" - Bueno, y antes de que sigamos gracias por sentarte conmigo y darme una clase extra - Volví a sonreír a Math, acercándome un poco mas.

- La mejor forma de aprender a jugar es jugando, quiero decir, llevarlo a la práctica - le dije - ¿ya has volado? - pregunte con curiosidad mientras pensaba en como explicarle el Quidditch - Simplemente cuando llegue a Hogwarts el equipo ya estaba montado, yo no entre en primero como todos, estudie los cuatro primeros años en casa y entre en quinto curso, o sea, el año pasado - explique

Ciara pareció sorprenderse de lo de los mundiales y menciono algo sobre un deporte muggle, yo lo había oído nombrar, pero nunca lo había visto jugar - ¿ Fútbol?, el deporte muggle por excelencia - comente - nunca he visto un partido - admití encogiendome de hombros - si quieres te explico de forma rápida y básica lo que quieras saber sobre el Quidditch - propuse.

Asentí a sus palabras con el labio ligeramente mordido y algo de vergüenza. No, no había cogido una escoba mas allá de un año que me disfrace de bruja por Halloween. Me aterraba la idea de caerme desde una gran altura, o de que me entrara un ataque de asma en pleno vuelo y no supiera controlarlo. Mejor con los pies en la tierra.
- Si, entiendo que lo mejor seria probar a jugar. Lo único que la idea me da muchísimo miedo, aparte tengo un inconveniente. Sufro de asma, y no se si es bueno que pruebe el Quidditch. Nunca me han dejado practicar ningún deporte ni realizar un esfuerzo físico muy pesado. Tampoco he volado nunca - Le conté tímida y con la cabeza gacha.
Luego comento lo de explicármelo de forma rápida, y me pareció una gran idea. Tampoco quería robarle tiempo o que se aburriera de explicarme todos los detalles técnicos. Eso lo aprendería gracias al libro.
- Me parece genial. Soy toda oidos. - Cerré el libro y apoye distraidamente una mano en él, centrándome en recordar cada palabra de Math, y no liarme con toda la información.

- ¿Tienes el inhalador? - le pregunté - bueno, quizá no puedas jugar un partido, pero jugar un poquito sin hacer mucho esfuerzo no creo que resulte un inconveniente para el asma - comenté - podríamos probar ahora luego y si quieres buscamos información sobre el asma y el deporte a ver si hallamos una solución

Saque un pergamino y una pluma por si necesitaba utilizarlos para la explicación - bien el Quidditch es un deporte que como bien sabes se juega en el aire sobre escobas, Hay siete jugadores por cada equipo; tres cazadores, dos golpeadores, un guardián y un buscador. ¿Hasta ahí me sigues? - pregunté - bien, por otra parte hay tres tipos de pelotas distintas cada una con una función, estas son: la quaffle, la snich y las bludggers - explique dibujando las distintas pelotas en el pergamino y con un toque de varita darles el color adecuado - Los cazadores y el guardían juegan con la Quaffle; los cazadores se pasan la quaffle e intentan meterla por uno de los tres aros del otro extremo del campo de quidditch, mientras que el guardián que es quien defiende lo aros intenta evitar que metan gol - le hice un esquema de lo que acababa de explicarle antes de proseguir con lo siguiente - Los golpeadores son los que juegan con las bludggers, que son dos pelotas negras bastante pesadas que vuelan discolamente tratando de derribar a los jugadores, por lo que los golpeadores las alejan de su equipo dirigiéndolas al equipo contrario - tome un poco de aire - y por último esta el buscador cuya misión es atrapar la diminuta Snich dorada, la pelota más pequeña de todas, cuando esta es atrapada, se acaba el partido.

Atraje mi capa con una mano y toqué un bulto proveniente de uno de los bolsillos interiores de esta. Dando a entender que el objeto descansaba ahí.
- Lo tengo aquí escondido. Intento usarlo solo cuando la situación es extrema. Me da miedo que los profesores no tengan constancia de que es y me lo quiten pensando que es un objeto no permitido. No puedo permitir eso, lo necesito - Le conté con algo de angustia.
Como buen Ravenclaw era muy inteligente. Y su explicación fue clara y concisa. Seguía con los ojos la punta de su pluma sobre el papel, mientras me explicaba el funcionamiento del juego sobre el esquema. En realidad no era muy complicado, lo único que me asustó fue lo de las bludggers. ¿No los asustaba el jugar con aquellas pelotas que se movían solas y te intentaban tirar? No, definitivamente el Quidditch no era lo mio.
- Vaya, pues muchas gracias por la explicación, ahora que lo entiendo todo toma su lógica ¿Te importa si me quedo el pergamino? Me ayudara cuando me lea el libro - Pregunté tímida - La verdad que facilitaría mucho mi investigación tu compañía, ya que veo que sabes tanto. Pero tampoco quiero ser una molestia, imagino que tu vendrías aquí para buscar sobre otro tema ¿Te parece si te ayudo primero con los libros que necesites y luego pasamos a lo mio? - Era agradable aquel chico, y me apetecía hacer algo con él. Lo de encerrarme en la sala común con aquel ejemplar podía esperar.

- ya veo, en ese caso quizá te combendria hablar con los profesores, para que sepan del problema y que eso es una medicina, un equivalente a las pociones por decirlo de alguna manera - le sugerí.

- no hay de que - respondí - claro que te lo puedes quedar es para ti - me quede pensativo mientras sacaba las cosas de mi mochila - eso no es saber mucho -dije - sólo lo básico y definitivamente no resultas una molestia - sonreí ante su oferta -,`color=cyan] no es necesario, de hecho es algo que puedo postergar y en cuanto a lo tuyo, es lo que te he dicho antes el quidditch y el vuelo en general es más ponerse que leer[/color] - comenté - de hecho, si quieres como todavía es temprano podemos ir al campo a practicar un poco - sugerí - ya verás como es más fácil de lo que parece.

- Venga, vamos - la animé recogiendo nuevamente mis cosas- cogeremos las mejores escobas que tenga el colegio y ya buscaremos la forma de que te sueltes un poquito en el aire

Asenti pensativa a sus palabras. Si, era una muy buena idea. Podria intentar reunirme con el jefe de mi casa y los prefectos y hacerles una pequeña demostración. Para que entendieran que aquello no ibas mas alla de algo curativo.
- ¿Crees que habra algun tipo de pocion que pudiera sustituirlo? Seria mucho mas comodo. Y podria hablar con el profesorado para que me ayudaran a prepararla – Comente a lo que barajaba las posibilidades.
Sonrei agradecida y con mucho cuidado guarde el pergamino entre dos paginas del libro para que no se rajara.
Su idea hizo que me temblaran las piernas ¿Volar ya? ¿Asi, tan de repente? Me moria de miedo pero ¡Que demonios! Algun dia tendria que enfrentarme a aquel miedo. Aunque solo fuera por aprobar las clases de vuelo.
- ¿Te puedo pedir una cosa? Prometeme que no me dejaras sola en el aire, por favor – Le mire con carita de pena y entrelace los dedos, en gesto de suplica.
Y tras respirar hondo, cogi el pesado libro con una mano, y con la otra agarre a Math de camino a la puerta de la biblioteca. Esperando que no le molestara ese gesto.
Una vez fuera me pare esperando que me guiara, ya que no tenia remota idea de cómo se llegaba desde aquí al almacen de material
- ¿Y que distingue una escoba de otra? ¿Es cuestion de rapidez o mas de estabilidad? – Pregunte queriendo seguir con la conversación.

- Bueno, algo debe haber - dije - podría investigar a ver si encuentro algo pero tardaría demasiado, seria más práctico y rápido que preguntases a la enfermera del colegio, ella sabrá orientarte mejor que yo - suspiré - de todas formas buscare a ver si hay algo y si lo encuentro depende de lo difícil que sea de preparar hablaríamos; quiero decir que si es demasiado complicada para el curso en que estás te la haría yo. Aunque creo que las pociones medicinales entran dentro de lo que un alumno puede solicitar al colegio, pero no estoy muy seguro de ello - dije, pues yo nunca había necesitado tomar una medicina en el colegio.

- Por supuesto que no voy a dejarte sola mientras volemos, seria una gran irresponsabilidad por mi parte si lo hiciera -me agarro de la mano mientras nos dirigíamos fuera de la biblioteca - la verdad no se mucho sobre escobas, las hay que son más rápidas que otras, las hay que tienen una mayor aceleración que otras y las hay con diferentes estabilidades dependiendo de la velocidad - dije - en realidad es una combinación de muchas variables; pero no te preocupes mucho por eso ahora, verás como no te pasa nada.