Conversando entre Flores

Recuerdo del primer mensaje :

Para mi clase de herbologia tenía que realizar un ensayo sobre las distintas flores que había en el invernadero y para darme una idea de por dónde empezar decidí ir a observarlas por lo que agradecí que estuviera la puerta abierta, no había nadie ni un profesor, saque una pluma y pergamino colocándolas en la mesa y sentándome frente a una gran diversidad de flores de todos los colores estaba por comenzar a escribir cuando escuche la puerta abrirse nuevamente

Me atreví a pasar un brazo sobre su hombro. -Llora si así lo deseas, pero si me permites decirlo, creo que es un idiota al dejarte ir, por supuesto tu mereces a alguien mejor, que te ame por quien eres... una maravillosa persona.- le dije sintiendo un gran rencor por el tal "Adrian".

Comencé a llorar ya sin dejar de detener mis lágrimas, me sentía apoyada por Perse y se lo agradecía- yo tengo la culpa-dije tratando de sacar el dolor para poder liberarme aunque sea un poco de él- yo tengo la culpa por enamorarme con intensidad ese siempre ha sido mi error-oculte mi rostro entre mis manos

-No digas eso, solo has cometido el error de enamorarte de la persona equivocada, la que no valoraba tu entrega y devoción.- le acaricié la espalda para tranquilizarla.

Respire profundamente intentando calmarme, seque mis lagrimas y gire el rostro para mirar a Perse-gracias-dije con una pequeña sonrisa, Perse era la segunda persona que conocía todo mi sentir hacia Adrian –ahora me siento mas … liberada

-Me alegra, no me gusta ver a las personas tristes.- le limpié el rostro con el dorso de mi mano.

-eres increíble Perse-la abrace con aprecio-te acabo de conocer hace unos momentos y ya te volviste mi confidente, tienes un aura que me hace sentir confianza por ti, eres una buena amiga

-Vaya, te agradezco por el voto de confianza. Solamente soy sincera, además me has simpatizado.- le dije sonriente.

-tu también a mi me has simpatizado-llene mis pulmones de aire, limpie los últimos rastros de lagrimas de mi rostro y acomode mi cabello-ya fue suficiente de recordar cosas desagradables-volví a sonreír como en un inicio lo había hecho, tenía que superar lo que había sucedido con Adrian- hablemos de cosas que verdaderamente valen la pena

-¿Qué clases son tus favoritas?- dije cambiando de tema para que no volviera a llorar.

-DCAO, pociones y encantamientos-fui señalando con los dedos de mi mano derecha-se que necesito otras para lograr estudiar para ser auror pero esas son mis predilectas, ¿entonces ya no piensas seguir estudiando o serás toda una ama de casa?-pregunte con una sonrisa

-Pues tengo todo éste año para decidirlo, pero quiero hacer feliz a mi esposo y formar una familia.- suspiré.

-qué lindo, ¿Cuántos bebes quieren?-simule un vientre abultado sobre mi estomago y mire a Perse

-Pues Jordan quiere que tengamos un niño y una niña. Yo también quisiera dos, pero aún no, para eso si deseamos esperar algunos años.- sonreí.

-chicos inteligentes-asentí con la cabeza-veo que quieren disfrutar del “recién casados”-dije con una sonrisa picara-opino que son jóvenes para casarse pero aun mas para ser padres, aunque debe ser lindo tener un bebé entre los brazos y sobre todo que se parezca al amor de tu vida

-Eso me haría más feliz, pero por ahora lo único que quiero tener en mis brazos es a mi prometido... bueno mi esposo.- dije con ilusión. -De verdad que lo extraño.-

-¿y hace cuanto que no lo ves?-coloque mis codos sobre la mesa y recargue mi rostro sobre mis manos

-Una semana.- tal vez exageraba pero eramos demasiado unidos.

-creí que era más tiempo pero cuando se está enamorado y lejos de la persona especial parecen años –podía comprenderla muy bien-¿y ahorita donde esta tu chico?

-Se ha ido a Londres para continuar estudiando. Sus padres le han regalado una mansión para establecernos en cuanto nos casemos, supongo que ahora estará allá.- le comenté.

-vaya ¿ya con mansión y todo?-dije sorprendida –definitivamente ustedes ya casi están en la puerta de la iglesia

-Bueno, es que el es hijo único... igual que yo. Entonces sus padres lo han consentido mucho. No fue fácil que su madre aceptara nuestro compromiso.- recordé aquel encuentro.

-aja! Ya comenzaron los problemas con la suegra y aun no se han casado-dije divertida sin intención de burlarme solo para ver el lado positivo de la situación

-Ya te imaginarás, seguro piensa que soy una bruja que quiere robarse a su bebé.- reí por el comentario.

-pero a mi parecer el bebé quiere que la bruja se lo robe-comencé a reír-me alegro que no lo tomes muy enserio la actitud de tu suegra, muchas ya hubieran renunciado a la idea de casarse con un hombre que tiene una madre insoportable

-Podría ser peor... definitivamente este es el menor de los males.- reí, pero en el fondo sabía que era completamente cierto.