En el mundo de mi sueño se detiene el tiempo y la razón [Alyss]

Recuerdo del primer mensaje :

Posé mi cabeza en la almohada y me dormí en el acto.

Estaba sentado... ese frío... ese frío lo conocía. Miré el cielo, celeste... enteramente celeste. Del más puro celeste. Bajé la vista lentamente, las dos montañas y los pequeños montes, casi blancos en su totalidad, custodiaban la frontera oeste de Sertrekovch. Más abajo, acariciando las bases de las montañas, el lago. El espléndido lago. Mi lugar favorito en los terrenos de Sertrekovch. Un lago inmenso, que nunca se congelaba, pero siempre estaba helado. Un lago con aguas milagrosas, de las que bebían unicornios, que daban energía. Un lago donde el Sol se reflejaba, y la Luna también. Un lago donde el agua transparente permiten ver su fondo, de piedras azuladas y verdosas, con ramas y troncos pelados y muertos esparcidos al azar.

Miré a mi izquierda, uno de los tantos árboles que aún contenían sus hojas, sobrevivientes a la intensa nieve, se lucía, en una bajada que daba a la orilla del lago.

A mi derecha, otro árbol, mucho más cerca, pero también en un nivel inferior, en la orilla del lago, salía de entre la nieve, de forma majestuosa. Eso era parte de lo que me gustaba de ese lugar. Era tan frío, tan majestuoso.

Y vestido de blanco, en mi totalidad. Con mis zapatillas, mis medias, mi pantalón de jean blanco con bordados celestes, una campera de piel blanca de oso polar y guantes de piel de pingüino... y no podía faltar mi gorro de lana. Miraba mi al rededor.

No me pregunté qué hacía allí. Estaba pensando, que era lo que hacía siempre que visitaba el lago solo. Así que no pensé ni como había llegado, ni qué me llevaba allí.

Spoiler:

-Italia... allá vamos -le dije, poniendo una mano con la palma hacia arriba, para que posara la suya sobre la mía. Una vez que estábamos sujetados, el paisaje cambió totalmente.

El Sol brillaba con intensidad, y se reflejaba en las increíbles y azules aguas del sereno mar donde nos encontrábamos. Casi no había movimientos, y la barca de madera donde nos hallábamos parados se balanceaba tan suave que no había riesgo de perder el equilibrio. A pocos metros, la entrada a una gruta, dónde seguramente encontraríamos a la adivina.

A nuestars espaldas, apenas visible, la costa con las blancas edificaciones.

Spoiler:

Me senté y apunté al piso de la barca con mi varita, al momento, la embarcación comenzó su lenta marcha hacia nuestro destino.

-Bienvenida a Italia... ¿no es hermoso? -comenté, admirando el paisaje.

Entorné los ojos por molestia del sol; se hallaba alto en aquel paisaje y daba mucho calor, no me gustaba demasiado.
- Desde luego, es muy bonito.. será emocionante poder entrar en la italia de la mitología - dije mientras miraba hacia arriba- mejor que ver turistas tomando fotos de dos locos en barca en una zona prohibida - sonreí de lado señalando con la vista a un turista que se escandalizaba desde la altura del precipicio con su cámara de fotos, junto con el grupo de visitantes. Hice como si le ignorara y rocé el agua fresca con los dedos, notando el cambio de temperatura. Luego mojé a Teo, sonriendo.
- Crees que será fácil? - pregunté, esperando que no lo fuera. La sombra de la cueva ya nos protegía de miradas indiscretas y nos mostraba un entorno rocoso, iluminado de forma cenital. Me apoyé en uno de los costados, observando con atención.
Había pequeñas criaturas que se iluminaban entre las rocas.

Miré hacia los turistas con una sonrisa, provocando que una parte del barranco cerca de ellos cayera al agua desmoronándose y con ello la huida de las personas aterrorizadas. Reí, y con el agua que Alyss me lanzó a la cara, cree un moño para mi cabeza, reí un poco, hasta que ingresamos a la caverna... y el olor a humedad, las pequeñas luces como de hadas inundaron el ambiente. Del techo caían gotas, provocando un eco monumental. Encendí mi varita, parándome en la parte delantera de la barca.

-Por lo que eh escuchado, puede ser cualquier cosa, menos fácil -le dije, con una sonrisa, yo tampoco quería algo fácil.

- Eso estará bien - dije mientras observaba las criaturas que se movían entre las rocas. Se oían gotas caer de las estalactitas del techo bajo, rebotando el sonido en toda la amplitud del espacio.
- Creo que veo algo.. - afilé los ojos, viendo que al final del recorrido, el agua desembocaba a una plataforma de piedra con una mesa maciza recubierta de musgo. Algunos platos de chapa estaban puestos según los respectivos asientos. Aparentemente no había nadie.
La barca llegó a la orilla y en cuanto tocó el suelo, algo se movió de la silla que encabezaba la mesa, mostrando unos redondos ojos blancos sobre un rostro demacrado y viejo.
- Hacía mucho que no tenía invitados.. - sonó una voz de visagra, rasgando la piedra con uñas exageradamente largas.

-Pero nos estabas esperando... -dije, de modo misterioso a la anciana mujer, que nos miraba fijo a ambos, se notaba su poder... sus conocimientos.

-En realidad no -habló de nuevo -. Pero ya que han interrumpido mi siesta, ustedes dirán que los trae por este lugar, extranjeros.

-¿Cómo sabe que somos extranjeros? -le pregunté, me tenían fascinado los poderes de esa mujer.

-Están hablando inglés, idiota -me contestó, con el tono que se le habla a un niño pequeño y yo no pude hacer otra cosa que reír.

-Espera algo más profundo -le contesté, aún parado junto a Alyss -. ¿Al menos sabes qué nos trae por aquí?

-¿Por qué debería saberlo? -preguntó, con un tono... ¿divertido? Ok, me doy, toda tuya Alyss.

- Sabemos que usted es una adivina, predice el futuro y también es capaz de ver el pasado y el presente que está en curso- contesté cuando ya habíamos bajado de la barca y nos situamos a unos metros de distancia de la mesa.
La mujer pareció sonreir con aspecto momificado.
- Me sorprende ver a dos jóvenes tan enterados sobre mi existencia y sobre lo que buscáis, bueno, no, no me sorprende porque ya lo sabía.- dijo ella sin mucha importancia- Buscáis la Rama de Oro, objeto sagrado del Árbol Dorado... nada menos que eso- comentó analizándonos. - Podría deciros como conseguirla, pero a cambio, me tenéis que dar algo. Qué tal.. energía? Me gustará volver a ser bella como en los buenos tiempos - sonrió, mostrando sus dientes podridos.
Miré hacia Teo y luego hacia ella.
- Esta bien, yo le daré mi energía.- ofrecí antes de que mi amigo dijera nada.

-Y yo, supondré que ya está enterada de lo que sucede con nuestras energía, señora -le dije ,dando un paso hacia adelante -. Se complementa a la perfección, son mucho más potentes si están combinadas.

-Se complementan... -repitió, mirándome con cara inexpresiva por un momento, como si estuviera hurgando por mi mente y mi corazón -, tal vez, pequeño humano, te equivocas en eso -culminó, y dio paso a un tenso silencio. ¿Cómo que no eran complementarias? ¿Entonces que era lo que producía esa sensación de calor y bienestar cuando nos transferíamos la energía de uno al otro?

-Aún así, no dej... quiero colaborar con algo -iba a decir que no dejaría que de su energía solamente, pero quise sonar menos protector. Aunque sea en vano... las dos sabían lo que pienso. La mujer sonrió.

-Puedo sentirlo muchacho, bien en tu deducción final. ¿Y cómo me darán su energía? -preguntó con aire de aburrimiento y posó su cabeza en una de sus manos, sobre la mesa.

Me provocó curiosidad cuando dijo que nos equivocábamos sobre nuestras energías, aunque eso seguía siendo un sueño.
Miré hacia Teo cuando insistió en dar también su energía, pero no dije nada, después de todo, había accedido a dejar que lo hiciera.
Pero era cierto..cómo le daríamos nuestra energía? Sólo entre nosotros funcionaba y por el hecho de que estábamos conectados..pero conectar con alguien exterior sería diferente.
- Quizá eso puede arreglarse, soy un conductor.. - dije, tomando mi colgante con una mano, que hacía que pudiera liberar mi energía sin necesidad de más. Con algo de duda, aferré la muñeca de mi amigo para que se acercara junto a mí al lado de la adivina.
Ésta rió.
- Ingeniosa, aunque sabes que pronto no lo usarás.. pero valdrá - dijo mientras acercaba una mano disecada por la mesa hacia nosotros, con intención de que la tocara.
Volví la vista hacia Teo, dejando de rodear su muñeca para arrastrar mis dedos con lentitud hacia su mano, enlazándola para sentir mejor la fluidez de su energía.
- Después de esto.. nos dirás como conseguir la Rama de Oro.- comenté, verificando nuestro trato y sintiendo ya el cosquilleo del torrente.
- Por supuesto - sonrió ávida, como si pudiera ver la energía desbordar de nosotros.

-¿Lo jurarías? -le pregunté, soltando la mano de Alyss y sacando mi varita, que volvía a posar en mi bolsillo. La anciana miró la varita y un segundo más tarde mi cara con una sonrisa pícara.

-Por supuesto, niño, no veo el motivo de vuestra desconfianza -dijo y con esfuerzo levantó su mano, dejándola estirada hacia mí. Sin despegar la vista de la de la mujer, le tendí mi varita a Alyss.

-¿Serás nuestro testigo? -le pregunté, agarrando con cuidado la muñeca de la adivina en la posición acostumbrada.

Le miré, tornando mi rostro a enfado.
- Parece que la chica no está de acuerdo con tu método - dijo la anciana con diversión.
Teo me había hecho a un lado.. desde cuando hacía eso? No volvería a coger su mano.
Miré hacia otro lado, que me dejara proteger no tenía nada que ver con eso.
- Tu amiga planeaba hacer esto los dos juntos, pero tú te has cerrado en tí mismo y la has despreciado. No quiero la energía de alguien tan poco cuidadoso.. con energía pura sería más bella - retiró la mano de Teo, ofreciéndomela a mí con una sonrisa. - Venga pequeña, no cuentas ahora con tu amigo, pero aun así me sirves bastante para cobrar el trato.
Alcé los ojos hacia la adivina, tendiendo mi mano en su dirección hasta que ella cerró sus largos y huesudos dedos al rededor.

Bloquee mi mente, aunque estaba la posibilidad que la anciana sepa todo igual.

Maldita vieja, era claro lo que hacía. Mintió intencionalmente, la energía de Alyss mientras estaba enojada u ofendida era más poderosa. ¿Cómo se le ocurría que la dejaría de lado? Era obvio que lo haríamos los dos, pero no podemos hacer un Juramento triple. Y encima la vieja le daba la razón. Si antes no me daba buena espina, ahora menos. Bah, que haga lo que quiera. Tomé mi varita y sin decir una palabra la coloqué sobre sus manos.

-Cuando quieran.

Hice caso omiso a Teo y comencé a hacer fluir mi energía hacia ella, notando que sus manos recuperaban músculos, piel, y se tonificaban rápidamente. Su rostro volvió a tener consistencia con ojos grandes y oscuros. Suaves cabellos negros y rizados caían en cascada sobre el vestido gris que llevaba. Me soltó, dejándome marca en la mano por la fuerza con la que me había apretado. Me sentí cansada, pero pronto mi energía se regeneró, por suerte no me había esforzado hasta correr el peligro de explotar de intensidad.
- Realmente alucinante..-dijo mirandose en el agua.- No esperaba menos de unas energías como las vuestras - añadió cuando se giró hacia nosotros.- Un trato es un trato. Debéis profundizar en mi cueva por el pasadizo de la izquierda, pero cuidado, encontraréis grandes peligros en el camino, no esperaréis conseguirlo tan fácilmente. El árbol dorado se esconde en una cámara custodiada por un ser maligno invisible a los ojos humanos.
La miré con curiosidad.
- Qué clase de peligros nos encontraremos? - habría que pensar una forma de hacer visible aquel ser.
La adivina recogió un bolso de cuero viejo y nos lo tendió.
- Tendréis que utilizar estos objetos para enfrentarlos, pero no debeis abrir la bolsa hasta que la necesitéis porque sino estos desaparecerán.- contestó divertida mientras se peinaba sus cabellos.

Sin hacer el más mínimo comentario, comencé la caminata hacia el pasaje del que nos habló, aún con mi mente bloqueada. Quería aguantar lo más posible con ella así, aunque no fuera mucho.

El contacto mental se originaba gracias a la energía fluyendo. Al cortar el contacto, cortaba el flujo, pero sólo uno de ellos. Mi energía llegaba a Alyss, pero la de ella no llegaba a mi cuerpo. Y yo aguantaba tanto como ella. Pero aún así, no desbloquearía mi mente hasta que esté a punto de desmayarme.

Noté su bloqueo mientras caminábamos.
- Si te pasa algo, dímelo. Prefiero saber qué te molesta de mí. - dije incómoda cuando le seguí mientras atravesábamos los pasillos de piedra húmeda.- Pensé que confiabas en mí, no soy tan estúpida por creer en cualquiera.. sé que te daba mala espina, pero si lo intentábamos los dos juntos, corríamos menos peligro.. - bajé los ojos, mirando mi mano - se que querías protegerme, pero conviene pensar antes de sacrificarte tú solo.. - para una de las pocas veces que era yo la que ofrecía mi mano.. con lo que me costaba..
- Mira, da igual.. si quieres guardártelo para tí.. - concluí, escondiendo mi rostro entristecido mientras seguíamos por los pasadizos, igual de parecidos. Parpadeé a posta, conteniéndome como nunca y siguiendo el camino.

-No me iba a sacrificar yo solo, sabes que lo haríamos los dos, pero quería hacer el Juramento... -le dije, mirando hacia adelante, para voltear y mirarla a los ojos, tomando su mano para que se detuviera también -. Alyss, sé que no eres una niña, que aunque te proteja no serviría de mucho, no te pido que seas una damisela en peligro... tengo claro que eres más fuerte que yo, que aún si estoy semimuerto, un poco de tu energía me salvará. Me da impotencia ser tan inútil... por eso si es necesario yo seré el que se sacrifiqué. Si te pasa, no podré salvarte -terminé, con mis ojos suplicantes sobre los suyos -. Confío en ti, no en mis pensamientos.

Me detuve cuando me tomó la mano. Iba a apartarla al instante, pero no lo hice, sus ojos me demostraron que no lo había hecho a mal.
- En qué piensas para no confiar en ellos?.. yo tampoco me fio, pero me rectifico si es asi - mantuve la vista, presionando sus ojos al igual que hacía él siempre que miraba- a menos que no quieras rectificar. Pero.. para mi no eres un inutil, Teo.. sabes que sin tí me descontrolaría y también sabes que lo que dijo la adivina no es verdad - añadí refiriéndome a las energías. - Eres muy fuerte, yo poseo energía, si, pero sin la tuya es destructiva y no tengo forma de controlarla.. si no fuera por tí, no podría hacer nada de esto. - dije al incendiar la otra mano y apagarla al instante. Nunca había conseguido controlar tan fácilmente el fuego y todo era gracias a que su energía estaba dentro de mí. - Es sólo que todavía no has probado la tuya en serio - sonreí un poco. Los beneficios eran por igual, tendría capacidades parecidas a las mías en cuanto a poder mágico.

-Nuestras energías son muy distintas... y estoy empezando a dudar de que esto sea un simple sueño... y tu también -otro tema que veníamos esquivando. Sentí que mi vista se nublaba y que iba a caer al suelo, así que desbloquee mi mente... Merlín, no habían pasado ni quince minutos.

Aferré su mano para impedir que se cayera, sentí su debilidad. Me arrodillé asustada para que se apoyara en mí.
- Teo, no hagas tonterías.. - dije por su intento de bloquear el paso de mi energía. - Estás al límite..- observé. No podíamos continuar hasta que le restaurara. - sé que no es un simple sueño, pero sólo son nuestras mentes las que hablan por voz de todos estos personajes..excepto la pesadilla.. todo esto tiene significado, pero ahora no estás para pensar.
Ya no me acercaba tanto, solo posé mis manos en sus hombros, dejando fluir una pequeña corriente con lentitud, tenía miedo de hacerle daño y que se apartara si le inundaba con mi energía desde que se había soltado del contacto antes. Hice un esfuerzo por no apartar la vista de sus ojos, ampliando el canal de contacto.

Corté el contacto visual, pero seguí recibiendo su energía. De un modo lento, constante... hasta que supe que era suficiente, apenas un minuto y medio después. Me sentía bien.

-Gracias Alyss, enserio -le dije, sonriendo de nuevo, extrañaba hacerlo -. Será mejor que continuemos, la anciana se nos puede morir si no nos damos prisa.

Algo no iba bien, pero no hice ningún comentario.
- De nada, me gusta ayudar - sonreí un poco por su broma y me incorporé, continuando con el camino. Llegamos a un espacio abierto, cubierto de piedras y dos centímetros de agua en el suelo.
Miré hacia al rededor, esperando a que apareciera algo que pudiera reconocer en la oscuridad de aquel entorno.

-Supongo que no sería muy prudente pisar el agua... -materialicé una hoja de árbol y la tiré al agua, se quemó en segundos -. Bueno, comprobado. Apartamos el agua, volamos... ¿sentís alguna criatura? -le pregunté, viendo que exploraba la zona.

- Creo que sí... - entorné los ojos, viendo algo que se movía en el techo. Iluminé la estancia con la varita y se pudo ver durante un segundo, una criatura con grandes alas de murciélago, afilados dientes y cuerpo lleno de pinchos. Una larga cola con gancho se apoyaba sobre la pared. Sus ojos resplandecieron con la luz, enfureciéndose y comenzando a volar mientras emitía sonidos estridentes.
- Parece que se basa en el utrasonido.. -dije al ver que se lanzaba en picado hacia la piedra que Teo había lanzado. - habrá que cruzar de otra forma.. - susurré en la oscuridad.- o matarlo.

Vi la horrible criatura... no será fácil acabar con ella.

-¿Le damos duro? -le pregunté -. Tengo una duda... -con un movimiento de varita, un chorro del agua salió volando y dio en una de las patas de la criatura, que empezó a quemarse. El extraño ser gritó y voló desesperado por toda la estancia, hasta que chocó contra una pared y calló justo frente al túnel de la salida. Levantó la cabeza y me miró, esperando a lanzarse contra mí.

Antes de atacar, vimos que la herida había cauterizado.
- El agua no le afecta! - anuncié a mi amigo mientras lo empujaba a un lado cuando ví que se lanzaba sobre él. - Eso ha estado cerca..- hice una pausa, susurrando tras una de las rocas - Hay que atacarlo con armas, en la era de roma, no había magia para los guerreros, sólo sus espadas. - materialicé una ligera en mi mano y otra para él. La bolsa la usaríamos cuando hubiera una buena oportunidad o en un momento crítico.
Me levanté de mi posición, respirando profundamente. Podía oir el monstruo a un costado, pero sabía que no veía, sólo..no tenía que hacer ruido. Recordaba ver un camino de piedras que sobresalía en el agua y comencé a cruzar hasta dar con la roca más alta que rozaba la pared del costado.
Teo..primero debemos atraparlo pensé.

La seguí, con una red del estilo que usaban los gladiadores romanos y me paré junto a ella, mirando a la criatura. Era bastante temible, pero no tendría miedo, tenía que demostrar que de verdad podía hacerlo.

-No lo daña, pero lo distrae -agregué, puede servir para ayudarnos si estamos en problemas. En ese momento, el gigantesco ser voló sobre nosotros, lanzándose como un halcón, y consiguiendo atraparme en sus garras. Sólo logré tirarle la red a Alyss. Usando toda la fuerza de mi brazo, le corté una garra y quedé colgando, ensordecido por su aullido. Me moví ágil, tratando de montarlo mientras la criatura se balanceaba en el aire y se dirigía hacia una pared. Me reventaría.