En el mundo de mi sueño se detiene el tiempo y la razón [Alyss]

Recuerdo del primer mensaje :

Posé mi cabeza en la almohada y me dormí en el acto.

Estaba sentado... ese frío... ese frío lo conocía. Miré el cielo, celeste... enteramente celeste. Del más puro celeste. Bajé la vista lentamente, las dos montañas y los pequeños montes, casi blancos en su totalidad, custodiaban la frontera oeste de Sertrekovch. Más abajo, acariciando las bases de las montañas, el lago. El espléndido lago. Mi lugar favorito en los terrenos de Sertrekovch. Un lago inmenso, que nunca se congelaba, pero siempre estaba helado. Un lago con aguas milagrosas, de las que bebían unicornios, que daban energía. Un lago donde el Sol se reflejaba, y la Luna también. Un lago donde el agua transparente permiten ver su fondo, de piedras azuladas y verdosas, con ramas y troncos pelados y muertos esparcidos al azar.

Miré a mi izquierda, uno de los tantos árboles que aún contenían sus hojas, sobrevivientes a la intensa nieve, se lucía, en una bajada que daba a la orilla del lago.

A mi derecha, otro árbol, mucho más cerca, pero también en un nivel inferior, en la orilla del lago, salía de entre la nieve, de forma majestuosa. Eso era parte de lo que me gustaba de ese lugar. Era tan frío, tan majestuoso.

Y vestido de blanco, en mi totalidad. Con mis zapatillas, mis medias, mi pantalón de jean blanco con bordados celestes, una campera de piel blanca de oso polar y guantes de piel de pingüino... y no podía faltar mi gorro de lana. Miraba mi al rededor.

No me pregunté qué hacía allí. Estaba pensando, que era lo que hacía siempre que visitaba el lago solo. Así que no pensé ni como había llegado, ni qué me llevaba allí.

Spoiler:

Empezaba a sentir ese vacío, ese frío... ese miedo a perderlo todo... y esa sensación de ya haberlo perdido.

Alyss se acercó y me levantó el mentón, imitando mis palabras. Sí, me daba gracia, pero ese frío era más intenso, más anormal, más inhumano. Le sonreí triste a Alyss, sentía que mi vida no tenía valor, que ya lo había perdido todo... ¿por qué continuaba con vida? ¿Para seguir sufriendo por el pasado? Era una tortura que sólo yo podría poner fin...

Y los vi. Mientras las flores se congelaban y morían en el instantes... los vi. Volaban a poca distancia de nosotros, debían ser más de diez. Obvio que ese frío era inhumano, con esos dementores ahí. Me olvidé de mi sonrisa, saqué mi varita y me puse frente a ellos, con Alyss a mis espaldas.

-¡Expecto Patronum! -grité, mientras el magnífico basilisco se formaba ante mí.

Me quedé congelada ante la visión de su rostro y de sus pensamientos.. y luego me encontré con la visita de los dementores. Qué hacían ahí?...
Afortunadamente, el basilisco brilló, aunque con poca luz por el estado de mi amigo. Sólo los hizo retroceder un poco. Teo no estaba para pelear en esas condiciones...
Le agarré del brazo, echándolo para atrás mientras sujetaba el colgante en mi mano, dándole energía que se unía a su ya conjurado patronum.
Prueba sin la varita, prueba a ser el basilisco. Le animé, ya que el colgante estaba manteniendo contacto con él en el momento en que los dementores volvían a por nosotros.
No me esforcé en imaginar que no estaban, quizá podría ser una distracción para él, que seguramente los había formado con sus pensamientos autodestructivos, debía ser fuerte y afrontarlos.

¿Yo debía ser fuerte? ¿Para qué? ¿Qué valor tenía? Ni siquiera sabía como había logrado invocar el Patronus. Bajé mi varita, sintiendo que no tenía sentido seguir intentándolo y me quedé parado, dando un paso adelante, llegando al lugar donde el basilisco se desvanecía.

Los dementores se multiplicaron, ahora eran, como mínimo, unos cuarenta. Se acercaron a mí, me rodearon... el frío y el vacío lo era todo. Ninguno me tocaba, ninguno venía a terminar con este castigo que sufría cada mísero día. Sólo danzaban siniestramene creando un círculo negro.

Y a través de uno de ellos la vi... a Alyss... siendo rodeada al igual que yo. Intentaba defenderse, pero no podía, era inútil. Aunque yo lo intentara, tampoco podría.

Entonces... ¿este es el fin? Sí, y merezco verla una última vez. Y allí estaba, llorando y mirándome. Cuando habló, me quebré por primera vez en mucho tiempo. Esa voz...

-¡Teo! ¿Qué haces? Defiéndete en este instante... -me ordenó, tratando de imprimir autoridad, angustia y desesperación en su voz... su dulce y suave voz -. No seas tonto, Teo. Tienes mucho por lo que vivir... yo ya no estoy, eso lo aceptas bien, lo aceptaste, me dejaste ir como debía ser. Pero aún no es hora de que me acompañes. Cuando llegue el momento, te juro que yo vendré a buscarte, porque te extraño como a nadie -dijo, aún llorando -. Además, está ella -señaló a Alyss -, ¿vas a dejar que muera? A mí no me pudiste ayudar... ayúdale a ella. Tienes la posibilidad de salvar una vida, lo más preciado... no la desperdicies. Ayúdale como lo hubieses hecho conmigo si hubieses podido...

Y se desvaneció, o eso pensé, porque no recuerdo nada más... sólo miré a Alyss y un calor empezó a llenar mi pecho... apreté los puños, había algo. Los abrí, era su colgante... no había que pensar nada.

-¡¡Expecto Patronum!! -grité con desesperación, entre las lágrimas, y un torrente de fuego salió de mí, destruyendo a los dementores con su poder; se formaron un basilisco y un dragón de fuego, que vi volar hasta Alyss con mis últimos segundos con los ojos abiertos.

Teo no supo reaccionar.. se quedó en su lugar, sin hacer nada. Le miré y luego hacia los dementores que ya nos estaban rodeando.
Entorné los ojos, cansada, soltando a mi amigo. Su energía me afectaba demasiado, me mataba. Alcé la cabeza junto a mi varita, pero... para qué? Todo era un sueño de verdad? O morirían nuestras mentes?...
Qué mas daba... Teo no quería luchar ni por él ni por nadie..por qué iba hacerlo yo?
Apreté los ojos. Yo no era así, yo no soy así! Si caigo, caeré luchando.
Vi que mi amigo seguía abandonado a sus miedos, escuchaba lo que estaba pensando, pero no tenía tiempo de hacerle caso...me estaba hundiendo con él rápidamente.
- Expecto..!-mi cabeza daba vueltas... ya no podía concentrarme. La vista se nubló cuando cai al suelo, viendo sólo sombras negras que pasaban a mi al rededor. Giré el rostro hacia la dirección de donde recordaba haber visto a Teo..había alguien que hablaba con él..pero ya no pude sentir más. Sólo frío.

Abrí los ojos cuando sentí el calor acercarse. A mi lado, los dos Patronus de fuego me mirabas, con expresión seria, y desaparecieron cuando abrí los ojos. HAciendo que me ahogue y tenga que sentarme y toser.

El escenario era el mismo. La noche en los terrenos, la temperatura era normal y no me dolía nada, tenía aún los ojos rojos y húmedos. Moví la cabeza, para despejarme un poco y vi a Alyss, tirada en suelo. Con el corazón en la boca me arrastré como pude hasta llegar a ella. Aún respiraba, bien. Coloqué su colgante en una de sus manos, cerrando la mía y aprisionándolo entre nosotros; al tiempo que besaba su frente.

-Lo siento... -murmuré, sabiendo que despertaría. Ya sentía mi energía correr a su mano a través del colgante.

Me dolía el cuerpo. Estaba entumecida, como si miles de piedras hubieran caído sobre mí y sólo mi mano estuviera fuera de la avalancha. Empecé a recobrar los sentidos; primero el tacto..alguien me besó en la frente, despues de envolver mi mano. Hice un esfuerzo en abrir los ojos, encontrandome con Teo.
- Con que.. no tienes ningun motivo para vivir..? no me hagas reir..-le mire seria. Nunca me había enfrentado a tanta energía negativa en un instante. Él se había convertido en un segundo en el principio de la magia que detestaba de sus familiares. Estaba claro que Teo seguía siendo débil de voluntad, no lo había superado..lo comprendía, una muerte no era fácil de olvidar y comprendía realmente las diferencias entre nosotros. Yo nunca hubiera permitido que mis emociones le afectaran hasta el punto de casi matarlo, hubiera vivido por él y hubiera muerto por él, pero no me hubiera rendido.
Vi que tenía los ojos enrojecidos, que su corazón estaba aplastado. Seguí penetrando sus ojos hasta que tuve suficiente energía para incorporarme un poco sin cortar el contacto visual.
- Teo..no quiero echarte nada en cara. - dije por si mis pensamientos hubieran sido demasiado duros..no era lo que pretendía.- sé que la pérdida de alguien amado puede dejarte destrozado..pero tienes que dejar de mirar para el pasado, el futuro y el presente son mas importantes. Es cierto que eres quien eres gracias a tus recuerdos, pero muchos de ellos no te dejan avanzar y te quedas en un punto muerto, viendo cómo la vida pasa de largo y te haces viejo..sin tener nada que decir de lo que has vivido, sin saber qué de bueno has hecho en tu vida, sólo contando las desdichas que te siguen como fantasmas a todas partes y los corazones que has conquistado. Es eso de verdad lo que quieres?- fruncí un poco el ceño- quieres pasar tu vida disfrutando con cualquiera para olvidar tus penas? Si, se que te gusta, pero sabemos que en el fondo no es lo que buscas, y sabemos tambien que tienes miedo a dejar tu "cómoda" vida social amorosa..- Por qué le estaba diciendo todo esto? no podía parar...se me estaba inundando la vista con sus lágrimas.- ..Lo siento.. Pero yo sí que no quiero que te mueras..- susurré, manteniendo la vista. Había visto en su mente lo que sucedió con la chica cuando reaccionó, si no hubiera sido por ella, estaría muerta, y él conmigo. Bueno, él al menos se hubiera ido con Teffy, supongo que era lo que deseaba de verdad.
Bajé la cabeza. Quizá si que quería morir, era el amor de su vida..yo nunca entenderé ese sentimiento, quizá si que no vale la pena vivir si no estás con esa persona.

Sentí alivio cuando la vi abrir lo ojos. Y la escuché con atención. Un remolino de sentimientos se desató en mi interior... me sentía avergonzado conmigo. Furioso conmigo. Por ser tan débil, por no poder recuperarme, por no poder seguir adelante. ¿Qué más tenía que intentar? ¿Qué debía hacer para no seguir aferrado al pasado? ¡¡¡Casi muere por mi culpa, maldición!!!

-Me quedo con lo que has dicho... simplemente... no puedo, Alyss -dije, con aire cansado y sentándome, resignado y triste -. ¿Piensas que no intenté dejarlo atrás? ¿Piensas que no quise seguir adelante? ¿Piensas que me gusta deprimirme cada vez que veo un fucking columpio? ¿Piensas que me gusta no poder evitar el pensar en ella en cada lluvia? Lo intenté Alyss, pero nada funcionó. Dejé de visitar su tumba, empecé a salir con la primer persona que se me cruzó tratando de olvidarla, guardé todas las fotos que tengo con ella... sólo conservo su libreta con frases. Y aún así, aún dejado de lado todo lo material, no hay forma... no puedo -ya estaba harto de eso... nunca la olvidaría, no quería olvidarla, pero no podía seguir deprimiéndome cada vez que la recordaba.

-Y nunca digas que no conocerás el amor, Alyss -concluí, poniéndome en pie y sentándome en una roca. No estaba molesto con ella, nunca podría. Estaba molesto conmigo.

Alcé la vista cuando comenzó a hablar, escuchando sus palabras.
- Se que no la olvidarás, esa no es la solución... - dije mientras terminaba de sentarme en el suelo.- conserva los buenos recuerdos como si fueran tesoros en los que viviste feliz, porque sólo esos son los que valen la pena.. - miré cómo se sentaba en una roca, un poco alejada. Sin apenas pensar, me levanté tras unos segundos de contemplarlo y le tendí mi mano.
- Vamos, te ayudaré a superar esto. Pero no te quedes atrás - dije sonriendo. No esperé a que cogiera mi mano, entrelacé la suya, levantándolo a la vez que el paisaje cambiaba a un dia lluvioso. Escogí precisamente un entorno parecido al que recordaba él, pero en su lugar no había nadie más que nosotros.
La lluvia caía pesada, estaba acostumbrada a ese tipo de clima y no me importó estar goteando junto a él. El clima no era muy cálido, y un filtro azul se colaba en los edificios.
Apreté su mano.
- Sigues ahí?..- dije alzando una ceja. El agua de la calle llegaba a los tobillos por la inundacion que había en la cantidad de agua. Sin apartar la vista, me arrodillé lentamente hasta mover mi mano rápido de modo que un gran salpicón empapó completamente su cara. Me reí.- Lo siento, tenía que hacerlo - dije al ver que su pelo estaba chorreando, al igual que el mío, pero más.

Me incorporé al momento que cambió la imagen. Sonreí al ver donde nos encontrábamos, Alyss había elegido bien. Le sonreí después de que me mojó, y reí. Uno de mis recuerdo más felices ocurrieron en una situación similar. No sé cómo fue que pasé de una depresión suicida a una risa de verdadera felicidad, pero pasó.

Le sonreí y la salpiqué también, pero en el camino tropecé y caí de espaldas, mojándome por completo, pero sin hacerme daño... reí más fuerte, cerrando mis ojos para disfrutar de la corriente del agua.

Le observé reir y me sequé los ojos, disimulando mientras reía con él y me veía goteando más que antes, pero su intento tuvo doble efecto y acabó en el suelo.
- Mira que eres torpe.. - dije, sintiendo el agua entre mis pies. Era agradable. Moví el agua con una pierna, volviendo a empaparlo pero por completo.- Ya no importa un poco más de agua, verdad? - exclamé sentándome junto a él en la corriente. Miré a sus ojos, sonriendo de verdad al ver que Teo estaba estaba recuperando su vitalidad.
- Cuando sean dias lluviosos, recordarás este también, y serán muchos más los que podrás recordar a partir de ahora- hablé..un poco más seria..hasta que sintió otra cantidad de agua que le lancé de improviso.- jah, eso por bajar la guardia ante mí, serpentívoro - burlé, como siempre, inventándome palabras mientras reía.

Le estaba por contestar cuando sentí que me empapaba de nuevo. Reí de nuevo y la empape yo ahora.

-Tienes razón, un poco más, un poco menos... yo no bajo la guardia... -le dije, sonriendo, usando mi varita para hacer que el agua tome la forma de un dragón y un basilisco que se peleaban, pero luego venían otras criaturas y golpeaban al basilisco. Cuando el basilisco estaba tirado, va el dragón y ahuyenta a las criaturas, ayudando a que se levante, para después fundirse abrazados en una sola bola de agua, que se elevó y cayó sobre nosotros dos. Eran hermosos, el arte con agua me encantaba... todo lo que tuviera que ver con agua me gustaba.

Le sonreí a Alyss.

Abrí la boca por la sorpresa de tener más agua en la cara y le miré con "rencor", pero no pude evitar terminar riendo hasta que vi las dos criaturas formadas por agua.
Miré maravillada la escena que representaba..eramos nosotros dos.
Él era el agua, yo el fuego. Tan distintos pero tan solos el uno sin el otro. Él se amoldaba a mi desprovisto control, mantenía la calma cuando yo me rebelaba, me calmaba a mí y me hacía pensar, yo le hacía reaccionar.
Le miré, sus ojos estaban mucho más azules que nunca. Debía ser el filtro..
- Teo.. quédate quieto.- dije, aun sin tener mucha confianza en lo que iba a hacer. Apreté los labios, tomando valor para acercarme más a él. - no te muevas.

Miré sonriendo su cara, mientras veía el show de las figuras del agua.

Luego la miré fijo, asentí y dejé que continuara. Puse mis sentidos alertas, esperando que me lanzara más agua en cualquiera de las direcciones posibles.

No pude evitar sonreir un poco por sus pensamientos.
Seguí acercandome contra la corriente hasta que estuve frente a él. No aparté los ojos, me estaba costando pero debía mantenerlos a su altura. Alcé las manos con lentitud hacia sus hombros, deslizandolas, haciendo que sintiera que estaba conmigo y que no lo iba a dejar. No le abracé, quería seguir mirando sus ojos mientras comenzaba a pasar mi energía por él. Comenzaba a dominarla, le obligaría a quedarse quieto hasta que deshiciera y limpiara su esencia.
- Teo, ella te quería y te sigue queriendo.. - susurré. Con la energía y este recuerdo no bastaría, tenía que hablarle para cerrar el tema.- vive por tí mismo, yo estaré apoyánte cuando me necesites, siempre estaré para tí - dije, repitiendo sus frases. Su energía se estaba volviendo mas ligera y maleable, debía dominarla, evaporizar la tensión que quedaba. - no puedes abandonarte más - añadí, con un poco de esfuerzo. Terminando con el torrente calmado, le incliné hasta abrazarlo, haciendo que apoyara su rostro en mi. La limpieza terminaría con las lágrimas que le faltaban por derramar para dejar el pasado atrás.

Dejé que tomara mis hombros, y no quité mi mirada de la suya. Sentía la energía de Alyss limpiar mi cuerpo, y algo extraño... todo lo que ella libraba de mi cuerpo, era arrastrado por el agua, no iba a su cuerpo como era de esperar. Eso me tranquilizó, estaba por romper el contacto pensando que todas mis energías negativas impregnarían a Alyss. No quería hacerle daño.

No cambié mi gesto ante sus palabras, seguí mirando sus ojos, y cuando me abrazó, derramé tres lágrimas, ni una más, ni una menos.

Me sentía bien, relajado, nuevo...

-Gracias... -le susurré, sonriendo, aunque no pudiera verme.

- Varios pesos te he quitado de encima, eh?- dije sonriendo mientras aun le abrazaba, tal y como habían hecho las criaturas de agua. - ya puedes moverte si quieres..- susurré, me parecía un momento demasiado tranquilo como para hablar alto.
Sentí su energía nuevamente sin atascamientos recorriendome como la corriente que pasaba a nuestro al rededor. Quise acercarme más.
Le incorporé con mis manos en sus hombros lentamente, como antes, y terminé de pasar los brazos por su cuello hasta que mi rostro casi rozó el suyo, dudando en sentir su respiración contra mi cuerpo al pegarme contra él. Absorbí su energía con rapidez al descubrir que la necesitaba por el esfuerzo que había hecho con Teo. Alteré el torrente para que fuera más abrasador e instintivamente, le aferré de la espalda, presionándolo al clavar mis dedos, queriendo sentir la corriente más intensa, como si fuera aire antes de ahogarme por haber sido el filtro de su oscuridad.

Sentí algo intenso cuando su rostro pasó muy cerca del mío. Entendí que ahora ella necesitaba de mí, y estaba ahí para devolverle el favor.

Mis latidos aumentaron su intensidad, el torrente de energía era gigante. La abracé con fuerza, pero con delicadeza. Era un abrazo perfecto. La energía de los dos, tan pura después de la profunda limpieza era adictiva, deseable, placentera. Ráfagas de un fuego azul empezaron a brotar de nosotros, haciendo que el agua se abriera y pasara por nuestros costados.

Me separé un poco y la miré a los ojos, sin apartar mis brazos de su espalda. Al cabo de unos cinco segundos, desvié mi mirada a un lado, observando el paisaje, pero sin moverme un centímetro.

Sentí sus brazos rodeándome, al instante que mis latidos volvían a descontrolarse a la vez que los de él. Tragué la saliva que no tenía, respirando con dificultad, entrecortada. Aquello se estaba volviendo demasiado para mí, quería que me abrazara más, quedarme sin aire.
Vi que me miraba. Tenía mis sentidos desorbitados, no podía calmar mi pulso.. Entonces miró hacia otro lado. Desde cuando hacía eso?
Desligué uno de mis brazos, posando mi mano en su mejilla para girar lentamente su rostro hacia mí. Quería su energía, la quería ahora.
- No te muevas...- susurré con una voz que me era desconocida, parecía que me estaba desviviendo.

Sentí su mano en mi mejilla y que corría mi rostro para quedar frente al de ella. No pude evitar el contacto visual, esos ojos... esa energía, embriagante.

¿Cómo que desde cuándo hacía eso? ¿Qué esperaba que hiciera? Mi energía... liberé con cuidado uno de mis brazos y puse, lentamente uno de mis dedos en su frente, haciendo todo lo posible por satisfacer su necesidad, aunque puede que no fuese bueno para nosotros hacer eso. Estábamos jugando con fuego.

Sentí su dedo en mi frente, pero lo aparté sin soltar su mano, inclinándome sobre él. Estaba totalmente ida, quería beber su energía sin importar nada más.
- Te dije que te quedaras quieto...- me estaba costando mantener los ojos completamente abiertos. Me acerqué a su rostro, tal y como habíamos hecho cuando reparamos el contacto, solo que ahora no lo tocaría.
Aun con una mano en su mejilla, presioné su mentón, haciendo que entornara sus labios lentamente a medida que acercaba los míos para aspirar su esencia desde su aliento. Liberé el brazo que había retenido, posando mi mano en su cuello, notando que su pulso golpeaba contra mi piel. Ya no podía absorber energía, casi no podía respirar..

La sentí acercarse, su mano entornando mis labios... cerré los ojos. Sus labios, a centímetros, a una distáncia mínima. Sentís su respiración, sus latidos. Me dejé llevar. Hasta que sentí que Alyss estaba por colapsar. Podía sentir que su cuerpo no resistiría más energía.

Me aparté con delicadeza, terminando con todo contacto entre nosotros... estaba exhausto, alterado... tenía que calmarme. Controlar mi respiración y mi pulso.

-Alyss... -dije, en un susurró lo suficientemente alto como para que ella lo escuchara.

No le hice caso. Necesitaba más.
Aferré su ropa del cuello con algo de violencia, obligándolo a mantener su posición cuando volví a beber su aliento, dandole el mío a cambio y tornando el torbellino aun más abrasador. Cerrando los ojos, me acerqué un poco más para aspirar su aliento, casi desde el nacimiento, entre mis labios. Sabía que estaba demasiado cerca, me estaba mareando por la intensidad incluso sin ver, pero era tan adictivo que no podía soltarlo, siendo que casi rozaba sus labios y mi pulso me estaba dejando sin sentido. Posé mis manos en sus hombros, sujetándome sin querer alejarme de él.

Era demasiado, podía sentir como Alyss no era consciente de lo que hacía, de cómo quería cada vez más. Tenía que hacer que parase... pensé rápido e hice lo primero que se me ocurrió.

Saqué mi varita de mi bolsillo, total Alyss estaba tan perdida que no se dio cuenta, y le lancé una gran cantidad de agua que seguía corriendo, aunque no lloviera, en la cara, mojándome también, pero logrando que me suelte.

El agua fría me heló de repente, recobrando la razón. Me aparté de Teo, retrocediendo un metro, aun respirando agitada y apartándome el pelo mojado de los ojos. El pulso seguía latente, pero mi mente había recobrado sentido. Aparté la vista, sin saber qué decir.
- Gracias.. no sé... qué estaba pasando- conseguí articular, limpiando el agua de mis labios. Aun los sentía con mayor temperatura que el resto. - Lo siento..no sé cómo.. pero no podía parar..- dije, aun sin mirarlo. Estaba avergonzada, desde cuando haría yo eso? Su energía me enganchaba, cada vez más. Menos mal que al menos uno de los dos mantenía la cordura.

-No sabía que mi energía tenía ese efecto -le dije bromeando, y acercándome unos pasos, pero manteniéndo las distancias... no podía sacarme la sensación de tener a Alyss pegada a mi cuerpo, con sus labios casi sobre los míos... ¿qué habría pasado si la besaba? Oh, basta Teo, ella te mataría... stop, ella escucha, tonto.

Sonreí y la miré, esperando a que se recuperara.