Descansando en mi nuevo hogar (libre)

Una agradable noche hasta que se acaba el alcohol o nos atrapa algun prefecto o profesor que nos manda a nuestras salas comunes, ese es la vida de un fiestero.
Siempre ha sido mejor la primera opcion porque con la conciencia que tienes vas a bailar por todos lados y puedes hacer locuras con tus amigos ebrios tambien, pero para la maldita suerte nos atrapo un profesor y tuve que ir a mi sala comun todavia tambaleando y cantando en italiano.

-Un Malto, un Brandy, una Birra, siamo beve fino a quando il mondo gira- Cantaba en italiano la lengua del arte contemporaneo que tanto amaba mientras entraba a la sala tambaleándome como si estuviese temblando o si estuviese en un barco.

Tropeze y cai con la chica que me sujeto, porque siempre que estaba ebrio tenia que encontrarme con toda la gente, de todos los lugares?.

-Ohh perdone fiore di primavera che è di circa il mio essere, non credo che sia un buon momento pero ma cazzo, Io sono Ted Lupin- Dije mientras me paraba para luego sentarme cerca de ella y luego le bese la mano quitando un mechon de pelo negro de mi cara.

-Perdones mil, parece que no hablas la lengua del arte antiguo y el romanticismo medieval que dominaban los grandes imperios pero no importa, yo se hablar español para que me entiendas- Dije mientras cambiaba de idiomas todavia con un acento italiano.

-Pero no me dejes hablando solo, Bella Ragazze cual es tu nombre?-

-Pues realmente no tengo idea de que hora es ni tengo reloj pero no deben ser menos que media noche por el estado de la luna que vi hace unos momentos- Dije sonriendo poniendo los ojos verdes esmeralda y luego poniendo mi mano sobre la suya.

-Pues Victoria siempre me ha gustado saludar con este respeto a las bellas señoritas, como tu- Dije sonriendo mientras el color de mi pelo cambiaba a cafe.

-Pues tengo unos metodos de que me dejen entrar a la cabeza de puerco y tengo trucos para evadir a mis compañeros prefectos pero un profesor me capturo hoy, que se le hace es la vida no crees?-

Me quede mirando a la chica nueva segun mi parecer que no conocia, realmente no era el alcohol que afectaba mi memoria por eso estaba seguro que era nueva, esto simplemente me hacia ser mucho mas impulsivo y dejarme llevar por cada momento que había, tanto mis acciones como mis palabras.

-Pues querida, si te refieres a mi metamorfia no es por eso simplemente no puedo cambiar todo mi cuerpo como un metamorfo completo solamente mis caracteristicas como tono y forma de ojos, piel y cabello- Dije mientras una sonrisa un tanto maliciosa y misteriosa aparecia en mi rostro.

-Simplemente los prefectos no me toman la palabra fuerte porque tengo el mismo rango que ellos y muchos son mis amigos, pero realmente tengo un ¨poder¨ para percibir a las personas del castillo-

-Pues realmente este grandioso poder es una cosa que debo permanecer en secreto- Dije poniendo un dedo sobre su boca para evitar que siga con el tema que no era muy publico para mi parecer con una sonrisa en mi rostro.
-Esta claro?-

Luego de decir esto saque mi dedo de su boca y le volvi a sonreir al igual que antes. -Ohh muchas gracias querida pero no me hacen falta halagos para estar orgulloso de mi sangre, por lo sucia y mezclada que sea, realmente la mas mestiza que conocerás- Dije lentamente un poco mareado nuevamente.

-Non sai quanto sei fortunata cosi giovane e bella come un fiore d'inverno-

Al tiempo que Ted me hablaba, no podía evitar escuchar con atención cada una de sus palabras ¿sería verdaderamente posible que un chico como éste haya terminado en esta casa? Más bien me parecía que podría estar frente a un orgulloso Gryffindor, o un escurridizo Slytherin... No, un Slytherin no, algo en su mirada reflejaba calidez y definitivamente tenía una chispa que lograba atraer cuando hablaba.

Fue en ese momento, cuando pensaba en lo de la chispa cuando hice bizcos en cuanto colocó su dedo en mi boca, yo me quedé inmóvil, volviendo mis pupilas a su posición cuando retiró el índice que tenía cierto aroma a un perfume masculino, preguntándome por qué este chico tenía tanta confianza como para invadir mi espacio personal y tocarme a su antojo. Sin embargo, ante su comentario sobre sus poderes como metamorfo y el secreto que implicaban, asentí con la cabeza en silencio.

Cada una de sus palabras fluía como los dedos sobre la seda, eran picarescas, claro estaba, pero con un toque de sensualidad que en otros chicos no había notado. No sabía cómo reaccionar al respecto, pero de alguna manera era interesante escucharlo, más aún cuando profería frases en italiano.

- No es que sea una erudita en idiomas, pero no entiendo por qué me dices que soy afortunada. -

Le dije finalmente con algo de rubor en mis mejillas.

- Creo que es muy tarde, debería irme a descansar... Y tú también, tampoco soy experta en fiestas pero diría que te haría bien un baño helado y una buena cama. -

Me levanté de la butaca como por inercia, aún notando su aspecto algo agotado.

Mire sonriendole a la chica estando atento ante lo poco y escasamente hablaba , mi sonrisa se volvio un poco mas grande al ver que la chica se habia ruborizado.

-Querida, realmente eres una de las pocas que entienden mi italiano y eso si hay que reconocerlo sobre, lo afortunada que eres es porque claramente tu debes tener un novio o por lo menos un seguito de fans que te adoran- Dije con un tono suave y un poco tímido dandome cuenta en lo minimo lo que habia dicho.

-Ohh no querida no me dejes solo aca en la sala comun, con quien hablaria si estan todos fuera hasta mi gato esta por ahi haciendo alguna jugarreta, no te vallas hasme un poco de compañia por un rato mas- Dije parandome casi suplicando que no me deje.

-Pues para nada ningun profesor viene nunca a esta sala y a Cedric no le importa que estemos hablando a estas horas aca realmente podrias estar todo lo que quieras aca en la sala comun si no es que haces mucho ruido como para despertar a las otras personas o alguien de primero o segundo te descubre, esos niños si deben dormir- Dije mientras me sentaba nuevamente y la miraba a los ojos sonriendole a la chica.

-Oh Victoria querida, hablaria de cualquier cosa con tal de tener una compañia tan grata como lo eres tu- Dije nuevamente soltando toda la cordura que me quedaba en mi cuerpo.