Reencontrandome con Lizzie

Había estado en mi habitación descansando unos momentos antes de bajar a cenar, aun faltaba como una hora y media para que las mesas estuviesen llenas de platos preparados con exquisitos sabores, sin embargo por alguna razón bajé a la sala común con anterioridad. Tal vez quería subir la temperatura de mi cuerpo con aquel calor que solo la sala común podía ocasionar. Sea como fuese, bajé a la sala común con paso tranquilo por las escaleras. Una vez abajo me encontré con alguien que se me hizo bastante familiar, pensé en ignorarlo completamente pero pensé que teníamos más de alguna cosa por conversar. Me acerqué a Kevin de forma segura y altiva, me causó extrañeza que me nombrase antes de que su mirada se fijase en mi – Buenas tarde Kevin – comenté mientras avanzaba por su costado y me sentaba a su lado - ¿Qué tal? – pregunté serenamente mientras lo observaba con atención.

- Bastante bien, ando más cansada que lo normal – Comenté frunciendo los labios ligeramente, me parecía extraño tener tanto sueño y sentir el cuerpo tan cansado. Solía estar despierta y dormir lo justo y necesario, pero últimamente todo me causaba más pereza de lo usual – Supongo que será sueño acumulado… o algo así – me encogí de hombros restándole importancia a mis palabras – Y… ¿Qué tal te fue con la chica de HoneyDunkes? – le pregunté porque a decir verdad eso me causaba demasiada curiosidad – Eres todo un galán, esa chica casi se murió cuando me vio a tu lado – comenté con aires divertidos, mi rostro no estaba completamente frío ni inexpresivo como de costumbre.