Baile De Navidad.

Me cambie de rompa despues de tomar una ducha me puse un traje a los cuales odio con mi alma. Y me fui al comedor a esperar a Ever nunca se demoraba tanto en arreglarse, nisiquiera lo necesitaba pues lo que s epusiera se veia hermosa
Seria nuestre 3 baile juntos y el 1 oficial como novios era tan bella que no me importaria bailar con ella toda la noche era lo mejor compañia que uno podia pedir. y la unica que deseaba tener.

La gente comenzaba a llegar y Ever que nada vi algunas de sus compañeras de casa y les pregunte por ella y me dijeron que aun se estaba arreglando, la espere otro rato sabia que si no llegaba entraria a beber algo jajaja me rei era mentira la esperaria

Con un suave suspiro, acabe de recoger una parte de cabello en una simple cinta de lazo. Termine de subirme los guantes, maquillarme y arreglarme, tome un abanico del tocador en el cual me había estado peinando y me retire de la torre de Ravenclaw, baje con cuidado por las escaleras hasta llegar a un corto pasillo que daba al Gran Comedor. Voltee la mirada y observe detenidamente las escaleras que bajaban hacia las mazmorras de Slytherin, cuando lo vi subir. Le dedique una suave sonrisa y coloque mi mano en su antebrazo.

-Luce muy formal, señorito Tolkien- Alague, mientras seguíamos caminando lentamente hasta el gran comedor.


Mi conjunto

Spoiler:

Ya me había arreglado y bajé al Gran Comedor había mucha gente, cada uno purulando por ahi, desde luego estaba realmente bien. Miré mi vestido mientras buscaba con la vista a Jack Spirit y a mi hermano, y los encontré con Erina y Clarisse.

Mi hermano estaba realmente guapo con ese traje, pero Jack... aunque ese traje le hacía más guapo no era el idoneo para ir a un baile. - Jonathan, hermano al final te has decidido por ese traje, menos mal- y le abracé, luego volví a mirar a Jack. - Jack, que es un baile de navidad, ¿como te has podido poner eso?- Negué con la cabeza y suspiré. Me daba corte dejar allí a Erina y a Clarise. Asique decidí quedarme con ellas. No quería dejarlas solas. - Estais guapisimas las dos.- le dije con una sonrisa en la cara.

Había gente bailando y tenía ganas de bailar, suspire. - Jonathan, no me dijistes que ibas a ir con Alicia Cook- y le sonreí.

Spoiler:

Sonreí aceptando su copa, y sonreí a la pareja que dejábamos atrás. Erick estaba realmente guapo esa noche, al igual que Hermione. Me acomodé un poco el pelo hacia un lado, tenía la dichosa manía de toquetear mucho el pelo, pensé. Reí ante el comentario de Jack, la verdad era que era la primera vez que me pasaba, al menos que yo fuera consciente de esa reacción ante un chico. Olisqueé sin proponerme la bebida que me había dado. Whisky de fuego pensé mientras pasaba mi brazo por su antebrazo.

- Vaya... El charlatán de Jack callado por la Prefecta. - Dije riendo.- No deberías de dejarte impresionar por el rango. - Dije mientras sonreía amplia mente.

Di un trago a la bebida, mientras sentía como el calor bajaba por mi garganta. Recordé la vez que probé aquella bebida con Luna, y lo mucho que nos reímos aquella noche. Quizás íbamos un poco perjudicadas, pero fue muy divertido. Escuché la pregunta de Jack.

- Me apetece esperar un rato, a que se llene mas y podamos pasar mas desapercibidos. A parte, quiero ver desde el balcón el trabajo que ha echo en la decoración. - Dije guiándole con mis pasos hacia aquel lugar. En el fondo no tenía muchas ganas de estar rodeada de tanta gente hablando y riendo alto. Mas la música, los empujones... Prefería estar un rato fuera mientras la gente se clamaba un rato.

Reí tempranamente ante el comentario de Erick sobre sus "siempre afinados sentidos", asunto que no estaba a discusión, salvo cuando se trataba de un par de copas de whisky de fuego. Le dí un leve codazo en las costillas en complicidad. -No lo dudo ni por un segundo....-Le murmuré aún divertida. La conversación continuó su rumbo, nuevos rostros acompañados de sus respectivas parejas de baile comenzaron a llegar al Gran Salón. Comenzaba el bullicio de voces entrecruzadas y miradas expectantes. Algunos se excusaban brevemente para recibir a sus acompañantes, un espectáculo siempre memorable. Saludé a todos con igual amabilidad.

-Supe que estuviste trabajando muy de cerca en los preparativos del baile, debo felicitarte, hiciste un gran trabajo- Le expresé a Erick con admiración. Aunque yo era también prefecta, pocas veces tenía tiempo para concentrarme de lleno en mis deberes, debido sobre todo a mi intento por "poner al corriente" mis estudios tras un año entero de ausencia del colegio.

-Ahora, ¿qué te parece si brindamos por el gusto de haber asistido juntos al baile?- Le propuse a Erick con ánimo. Sentía que aún nos miraban con cierto aire dubitativo, considerando que todo Hogwarts estaba enterado del noviazgo que mantenía con Ron Weasley. De cualquier forma, debido a asuntos de índole urgente Ron había tenido que volver un poco antes a la Madriguera, donde yo en par de días habría de alcanzrlo para pasar juntos las vacaciones de invierno. ¡Cómo ansiaba estar a su lado!.

Un momento más tarde, noté que cruzaban el umbral un reducido grupo de Slytherins, entre ellos la prefecta Aricia McLaggen con quien mi relación era más que ríspida. A juzgar por su expresión, Erick parecía bastante interesado en ella ante lo cual, me limité a sonreir, divertida por tan inusual situación, en la guerra y en el amor nada está escrito.

Le sonrei a Dom, algo que en verdad no era posible que dejara de hacer, y la rodee con mi brazo mientras la escuchaba hablar yo creo que esta celoso, porque antes le hacías mas caso le dije al oído con una sonrisa burlona mientras le dirigía una mirada a Erick que hablaba muy entretenidamente con Hermione. Suspire y mire a Nique a los ojos hay que dejar de hablar de él, es como darle mas importancia de la que merece mire al rededor y el ambiente tranquilo se empezaba a ir conforme llegaban más parejas.

Tome un par de vasos de la mesa sin notar mucho que eran y le di uno a Dom tu y yo nunca hemos bailado juntos... le puntualice mirando a la nada, recordando como la conocí y como simplemente paso hay que disfrutar del baile y después hay que disfrutar de las vacaciones le dije con cierto brillo en los ojos, esas vacaciones iban a ser por mucho mis favoritas... aunque tenga que aguantar a su guardaespaldas.

Noté de inmediato que Erick parecía estar nervioso, como quien intenta ocultar algo a toda costa. Mi sonrisa se tornó entonces comprensiva y afable. -Muy bien caballero, estoy ansiosa por deleitarme con sus mejores pasos de baile- Le respondí con sentido del humor, animada por el carácter bromista de Erick.

-Por el placer de compartir esta velada con un verdadero amigo- Asentí alzando mi copa en el aire para brindar. Esta sería probablemente la última ocasión en que asistiaría a un baile como estudiante de Hogwarts así que, por nada del mundo me habría perdido la oportunidad de disfrutar del ambiente festivo que ya se respiraba en la atmósfera.

-¡Por poco lo olvidaba!- Exclamé al recordar algo que consideraba, era bastante importante. -Un pequeño obsequio, de parte de los chicos y mío- Agregué sacando de mi bolso de mano (equipado con un hechizo de extensión indetectable) un paquete de tamaño regular envuelto con motivos navideños y una pequeña nota de felicitación. Se trataba nada más y nada menos que de un juego de ajedrez mágico.-Espero que te guste- Dije al cabo de un momento, sonriendo de nuevo.

Pfff... *Suspirè resugnado*

Ni modo este año iria al baile, llevaria a Sasha, mi prometida, me arreglè lo mejor qe pude, tendria que darle una buena impresiòn, asì que me duchè, me cabie ropa, me perfumè, y omè el obsequio que le tenia reparado, habiamos quedado en juntarnos allò, asì que tomè mi traje me vestì cun sumo cuidado, me perfumè, arreglè mi cabello, comprobando que estuviera todo en perfecto estado, alì del cuarto, me encamil¡nè con un ramo de rosas azules, que sabia que a Sasha le encantaban...


Completamente en orden, me encaminè hacia la puerta del gran comedor, allì debia juntarme con ella...

- Que horror! No sè que ponerme! *Dime mirando el desastre que habia en mi cama*

Tomè ese vestido que a Vallois le habia gustado tanto cuando lo comprè...

Vestido y Zapatos:

Spoiler:

El cabello estaba en orden, el maquillaje... Todo en perfecto estado, sali del cuarto, y me dirgi al comedor, allì estaba èl, en la puerta, esperandome, con una sonrisa en los labios, con un hermoso ramo de rosas azules en las manos...

- Gracias Vallois *Dije abrazandolo* Que te parece si nos escapamos un momento?

Lo tomè del brazo y me lo lleè a los jardines, queria un momento a solas con mi novio...

A lo lejos vi a Jack Spirit, se veia muy diferente a como usualmente le habia visto con el uniforme, me acerque un momento a el.
- Hola Jack, hola chicos - Salude a los demas, todos se veian espectaculares y en especial
las chicas ame sus vestidos, - estoy buscando a una amiga, quedamos de vernos a esta hora pero no logro encontrarla, hay tanta gente y ademas nunca vi su vestido - Les conte para que no fueran a pensar que estaria ahi de "colada" con ellos.
La musica comenzaba a ganar intensidad

Tenia los nervios a flor de piel, era el Baile de Navidad, bueno no era eso exactamente lo que revoloteaba en mi estómago, era porque iba con Benjamin Kocran. Solo pensar en él me ponía nerviosa, me sonrojaba y mi estómago se daba un par de vueltas por ahí dentro.

Entré en la ducha, con tiempo suficiente, estuve un buen rato bajo el agua intentando relajarme, salí y comencé a vestirme. Saqué el vestido con sumo cuidado y comencé a vestirme. Me puse los zapatos y me acerqué al espejo. Algo brillo en mi cuello. -Oh, el dije que en su momento me regalo Edward- me dije medio sorprendida, hacia tiempo que ni era consciente de que lo llevaba puesto. -Debí devolvérselo, al fin y al cabo era de su madre.- dije mientras me lo quitaba y lo guardaba en un pequeño joyero que no usaba. Me volví a mirar y sonreí. Bueno, solo queda peinarse y pintarse un poco. Me miré por cuarta vez y me sonreí. -Bueno,Cassandra Mathis, va a ir usted con Benjamin Kocran al baile- me dije y sonreí tontamente.

vestido:

Salí de mi habitación y llegué a la sala común. -Oh, debí de quedar con Ben en algún sitio!- dije sin saber muy bien que hacer. En ese momento llegó una Huff pequeña y me habló. -Sí, yo soy Cassandra. -la respondí.
-Pues hay un chico que te está esperado afuera- y se quedó esperando a ver que hacia. -Gracias- dije mientras sonreía tontamente. -Beeennnn...- suspiré feliz empezando a caminar.


Salí de la sala común y allí estaba, apoyado contra la pared. Me acerqué despacio hacia él, había imaginado varias veces como estaría con traje, pero la realidad había superado a mi imaginación, y como no, rodeado de jovencitas. Sonreí al ver la escena y le saludé.-Buenas Noches Señor kocran, es todo un detalle por su parte venirme a buscar-le di un beso en la mejilla. Pude notar un aumento de cuchicheos a nuestro alrededor. - menos mal,porque al decir verdad no sabía donde ir, llegaste en el momento justo- mi mirada se desvió hacia sus ojos, sonreí feliz.-sabes que estás realmente guapo?- dije sin pensarlo dos veces, me daba igual que mi comentario aumentara su ego, sentí la necesidad de decírselo, sin más.

Entramos al Gran Comedor y me impresioné mucho por la decoración. Todo estaba perfecto, había tantos detalles navideños por todo el lugar que no terminabas de observarlos por completo. Noté que Aricia observaba a alguien, seguí la dirección de su mirada y me encontré con mi hermana. Dominique esta muy linda esta noche, no conozco a su pareja pero al parecer esta muy cómoda con su compañia. De pronto me pregunté si Dominique y Aricia se llevan bien, su relación era nula en Beauxbatons pero al parecer eso cambió.

Sonreí de lado y sentí como apretaba mi mano - No tienes que preguntar - contesté entre risas. La miré divertido y la guié hasta la mesa de bocadillos para después tomar unos cuantos brownies para los dos. Le entregue la pequeña bandeja donde los había colocado y caminé hasta donde están las bebidas. Serví Ron de grosella en dos copas y regresé a su lado. - ¿Quiéres charlar con alguien, o prefieres que busquemos una mesa? - le pregunté, mirando alrededor. Todos los presentes se perciben felices, hay un ambiente de comodidad y eso logra que disfrutes de la fiesta.

Volví a rodar los ojos por lo que dijo Erick y simplemente no supe que decirle. Escuché lo que comentó sobre Seine y reprimí los deseos de golpearlo de nuevo. Estuve a punto de contestarle pero comenzó a charlar con Hermione así que me callé. Suspiré y sentí como Seine me abraza, asi que dejé ir todo lo demás.

Sentí un pequeño escalofrío cuando me habló al oído - Tu eres el culpable de robar mi atención, debería de odiarte a tí, no a mí - le dije sonriendo. ¿Celoso Erick? no - No digas eso Seine, es muy buen chico - le dije al escuchar "darle más importancia de la que merece". Levanté mis cejas al tomar el vaso que me ofrece mi novio. Espero que no sea muy fuerte... - Totalmente de acuerdo, quiero bailar contigo aun que sea una canción - pensé en las vacaciones, sonreí y lo abracé mientras tomaba un poco del vaso. - Pero te aviso que solo se bailar ballet, para lo demás apesto - reí un poco y lo miré a los ojos.

El lugar se va llenando poco a poco. Seguramente será una gran fiesta y todos nos divertiremos. Miré mi vaso algo extrañada - ¿Qué rayos es esto? - le pregunté a mi novio, riendo.

Corro por todo el dormitorio, ya que se me hizo muy tarde. Pase toda la tarde en la biblioteca leyendo información sobre la carrera que quiero cursar al salir de Hogwarts y no medí el tiempo. Ahora, tengo que estar lista en menos de 10 minutos. Decidí no arreglar demasiado mi cabello y enfocarme más en portar bien el vestido que había comprado especialmente para esta ocasión.

Negro, uno de mis colores favoritos. Acomodé mi cabello de una manera muy natural y tomé por último mis zapatos. No puedo esperar para encontrarme con Sthepen. Esta noche será hermosa, puedo sentirlo. Espero no llegar muy tarde al baile...

Corrí por los pasillos, bajé todas las escaleras posibles y recorrí los pasillos que estaban repletos de personas vestidas de una manera espectacular. No contuve mi sonrisa al ver una joven pareja, aproximadamente de cuarto año, caminando tomados de la mano.

Arreglé mi cabello por última vez al llegar a la puerta del Gran Comedor. Miré a mi chico de pie, esperándome. Sonreí de nuevo y camine tranquilamente. Traté de normalizar mi respiración pero la verdad no lo logro... es su culpa.

No había pasado mucho tiempo arreglandome, en realidad lo unico que queria era ver a mí rubia.
Tome uno de mis trajes que tenia en el baúl, estaba nuevo, aun en su caja, y me parecia adecuado para la ocación. Mi cabello estaba alborotado y no tenia la minima intención de arreglarlo. Cuando vi al hora en el reloj de la pared baje para esperarla en la entrada.

Pude ver como entraban cada vez más parejas, me escondi detras de un muro cuando vi pasar a Aricia y a Louis, ambos con una enorme sonrisa. -Al fin- pensé mientras sonreía. Esos dos, su destino era estar juntos, solo eso, lo demás era un plus

Mi gran sorpresa fue cuando ví llegar a Conneth, estaba simplemente hermosa. No pude evitar mirarla embobado, con ese paso tan tranquilo. Se reflejaba perfectamente su carrera de modelaje, era obvio que caminaba por pasarelas. Me acerque a ella depositando un beso en su mano - Te vez preciosa, Conny.

Mi corazón palpito con gran fuerza, esa chica movia mi mundo entero.

traje:

Era el día, iba a ir con Jonathan al baile, aunque no tenía el cuerpo como para ir me duche me arregle y me puse un vestido más o menos decente.

Baje las escaleras ya que Jonathan me iba a esperar en el gran comedor, me hubiera gustado más que me esperara en la puerta de mi torre pero no. Suspiré y bajé las escaleras. Una vez dentro del Gran Comedor me asombré con las luces y la decoración, estaba precioso. A lo lejos pude ver a Jonathan con su hermana, Jack y unas chicas. Me acerqué a ellos. - Buenas noches chicos- y le sonreí. Ariadne estaba guapisima. - Ariadne estas guapisima- nunca había coincidido con ella pocas veces coincidiamos.

Me quedé un rato con ellos esperando que jonathan se despidiese de ellos para irnos.

Vestido:

Estabamos pasando una noche agradable con mis amigos, Clarisse dijo que estaría con nosotros hasta que encontrara a su amiga. - Clarisse no importa, te puedes quedar con nosotros todo el tiempo que quieras- y le sonreí. Ariadne apareció estaba guapisima, me había quedado sin palabras, solamente la podía contemplar. - Estas guapisima- y le hice una reverencia con la cabeza.
Más tarde apareció Alicia el rojo le quedaba muy bien con su tono de piel. Se notaba que estaba espernado a que Jonathan se despidiera de nosotros

- Jonathan ¿sabías que era descortes hacer esperar a una dama?- Y le sonreí. Ariadne quería bailar y lo sabía pero quería llevarla a bailar más adelante. - Voy a traer unas bebidas- Les dije, y me ausenté un momento cogí unas bebidas que dios sabe que tendría eso y se las dí a mis acompañantes. - No me pregunteis que lleva porque no lo se- Y les sonrei

Continuamos abriéndonos paso entre la muchedumbre cada vez mayor que iba llegando al Gran Comedor para disfrutar de aquel baile de Navidad. Escuché las palabras de la prefecta y no pude reprimir una sonrisa. Ladeé levemente la cabeza y observé sus ojos azules:

- No es tu rango lo que me impresiona, es la belleza que desprendes. – me sorprendí por el tono de convencimiento en el que pronuncié aquella frase y la seguridad que emanaba al decirlo. Pocas veces era capaz de decir cosas como aquella sin un tono de voz avergonzado, en un susurro o tartamudeando. Al darme cuenta de aquello desvié la mirada y sentí como el rubor ascendía por mis mejillas. Di un trago al whisky de fuego como disimulando y me dispuse a no dar importancia a las palabras que había dicho.

En mi siguiente pregunta Anna me contestó que prefería esperar. Me parecía correcto, quizá sería mejor para ella pasar desapercibida, a pesar de no ser una prefecta con tanta popularidad como Aricia también le convenía mantener en secreto sus amistades si no quería ser molestada. Simplemente me limité a asentir y me dejé guiar por ella hacia el balcón que me había indiciado.

Desde aquella posición privilegiada se podía observar la totalidad del Gran Comedor y todo el trabajo que habían dedicado a la decoración. Apoyé una mano en la barandilla y suspiré observando la gran cantidad de alumnos que charlaban en los bordes de la pista de baile, bailaban o comían y reían. Parecía todo perfecto. Cada cosa estaba en su lugar, todo funcionaba de maravilla, no había malentendidos, ni peleas ni discusiones, yo me encontraba con una pareja preciosa y simpática, quizá la compañera ideal para aquel acto, todo parecía estar tan en su sitio, ser tan perfecto, que llegaba a incomodarme. Sentí el peso de la varita en mi bolsillo y no pude evitar recordar como había acabado el último baile. Suspiré tratando de alejar aquellos pensamientos de mi cabeza cuando la visión de una cabellera rubia entre la gente de abajo me hizo dar un vuelco al corazón. Pude ver la brillante figura de la prefecta de Slytherin acompañada por aquel Ravenclaw, Louis William Delacour, prefecto de Ravenclaw y un chico que sin duda alguna tenía la mejor vida del mundo, al menos desde mi punto de vista… pues contar con el cariño (y no solo eso, sino el amor) de aquella muchacha era motivo suficiente para sentirse el hombre más afortunado del mundo. Noté que la piel se me ponía de gallina y un estremecimiento recorría mi espalda. Abrí los labios tentado a llamarla desde el balcón, llevado por los gritos de mi corazón, pero mi parte racional se encargó de obligarme a mantener la compostura y recordar las normas que gobernaban “la normalidad” y que yo no era nada más que una mosca en su vida con la que se había divertido una noche en la biblioteca. A pesar de todo, los ecos de mi imaginación formaron imágenes de cómo sería una vida al lado de Aricia McLaggen sin tener vetado el acceso a sus caricias, sus abrazos, el tacto de su piel, sus besos… su amor, que dejaron un rastro amargo en mi mente.

Dándome cuenta de que quizá no estaba siendo la mejor pareja para Anna decidí apartar mis fantasías estúpidas e ilusiones falsas de mi cabeza y me giré dando la espalda a la visión del Gran Comedor y con aquel movimiento desmoronando el cuadro de la vida perfecta que había formado mi imaginación, centrando mi mirada en la de la chica que me acompañaba aquella noche. Le dediqué una sonrisa y di un largo trago a mi copa. Acerqué una mano a su mejilla y la acaricié con el dorso.

- Estás deslumbrante, en serio, Anna… me arrepiento de ser tu pareja de baile, debo ser una mancha para tu expediente de chicos… además de mi falta a la hora de vestirme no estoy siendo para nada la mejor pareja… ¡Ni siquiera te doy conversación!

Sonreí, dejando caer la mano a un costado y la guardándola en el bolsillo suspirando y admirando aquel rostro con aquella sonrisa angelical que emanaba tranquilidad, felicidad y sencillez… quizá eso era lo que más admiraba de la prefecta de Ravenclaw… su sencillez y su visión ante la vida, tan parecida a la mía. Era una chica que se contentaba con lo que tenía y era capaz de sacarle el máximo provecho, al menos a mi parecer… aquello la convertía en una muchacha inteligentísima… y su carácter no terminaba ahí, sino que aquella sencillez le otorgaba una belleza especial que comparada con otras chicas que deseaban parecer tan sofisticadas terminaban quedándose en una belleza artificial que se podía romper en cualquier momento como una máscara de porcelana. Aquella era la belleza real, la que se tenía y se sabía lucir correctamente, no la que se buscaba y se trataba de conseguir constantemente mediante el alardeo, por ejemplo. Es más… las chicas más bellas pocas veces necesitan pregonar su hermosura, los chicos se dan cuenta de ella y la pregonan de su parte con piropos que les hace parecer perros babosos controlados por cuerdas invisibles, como títeres de sus sentimientos. Por suerte yo había tenido la oportunidad de conocer varias mujeres de esas características en mi vida… aunque Aricia McLaggen volvía a estar ligada obligatoriamente a mis pensamientos por esas divagaciones de mi mente, Anna Kocran era también de este grupo de mujeres… y la que había provocado mis divagaciones filosóficas.

Sentí un gran alivio al notar la amplia sonrisa de mi amigo, después de todo Ron había atinado, "¿A quién podría no gustarle una partida de ajedrez mágico'", además, ya sospechaba yo que Erick era igualmente aficionado a dicha actividad.

-No hace falta que sientas apenado, debo darle parte del crédito a Ronald y Harry. No han podido quedarse en el castillo pero, querían asegurarse, al igual que yo, de que recibieras un regalo de Navidad.- Expresé con cierta solemnidad, después de todo Erick era también uno de nuestros mejores amigos.

-Pero basta de tanta seriedad, vinimos a divertirnos ¿cierto?- Dije riendo, para después tomarlo del brazo rumbo a la pista de baile que comenzaba a volverse bulliciosa.

Le sonreí a Dom de forma divertida... ¿que él debería odiarme a mi?... pero ya lo hacia y era mutuo por decir algo sigo pensando que él esta celoso y ya... dije antes de darle un trago a mi vaso y lo mire, no era whisky... ni vino puedes ver el lado positivo... el que guía soy yo y si hacemos el ridículo puedes decir que fue mi culpa yo tampoco era un gran bailarín... pero no era pésimo y de ballet.... bueno de eso si que no sabia nada.

Ante su pregunta volví a mirar el vaso algo ligero... es hidromiel declare después de volver a probarlo, antes de que pudiera decir otra cosa empezó a sonar una canción. Note comò Hermione le hacia un regalo a Erick y recordé el brazalete que me había guardado antes de salir de mi habitación Dom antes de ir a bailar quería... le dije metiendo la mano dentro de mi saco y palpeando buscando mi regalo espero te guste lo tome y lo saque.

Spoiler:

Me sonroje un poco al enseñárselo y antes de que me pudiera decir algo le sonreí, le quite su vaso y lo puse junto al mío en la mesa y la lleve a la pista de baile pronto comprobaremos que tan malos somos en esto tome su cintura con mis manos y empece a seguir el ritmo de la canción con una sonrisa nerviosa... bien no he comenzado mal.