Baile De Navidad.

Me sorprendí a mi mismo cuando Anna me contestó. Hablando con ella había olvidado que era prefecta y había mencionado mis “saltos” en las reglas del colegio. Me sonrojé y me reí por mi despiste.

- Oh, vaya… no te creerás que me había olvidado por un momento que eras prefecta… si hubieras sido otra ahora estaría castigado. Me encantaría salir de aquí alguna noche contigo…

Le sonreí y desvié la mirada hacia el techo encantado que daba una tonalidad del cielo de invierno nocturno. El invierno era una de mis estaciones favoritas… a pesar de que era la estación en que la vegetación moría consideraba que la nieve le daba una belleza especial a todo y el frío era una sensación que me agradaba. Por si fuera poco estaba la Navidad de por medio que siempre había sido una de mis fiestas favoritas… aunque ya llevaba dos años consecutivos sin ir a visitar a mi familia por esas fechas. El año pasado había puesto la excusa de que tenía muchas cosas que estudiar durante las vacaciones y que no tendría suficiente concentración en casa, pero en realidad había sido por Cécile que no me había marchado. Este año simplemente no me apetecía pasar la Navidad en mi casa muggle de Londres… prefería el ambiente mágico de la escuela. Si me hubiera marchado jamás estaría disfrutando de aquella noche con la prefecta de Ravenclaw.

Las palabras de Anna me sacaron de mis pensamientos. ¡Había entrenado con Victor Krum! Abrí la boca sorprendido y me separé para poder mirarla a los ojos sin dejar de seguir el ritmo de la música.

- ¡Has entrenado con Victor Krum!... ¿¡Cómo lo dices así de tranquila!? ¡Es genial!

Me reí permitiéndome el lujo de perderme en su mirada por un tiempo. Escuché interesado lo que me explicaba Anna sobre su llegada a Hogwarts desde Drumstrang. Mencionó algo de que tuvo problemas en su casa y decidí no indagar más en el tema. No era el momento oportuno, así que me limité a contestar su pregunta y explicar mis orígenes.

- De hecho no soy de aquí… soy irlandés, aunque mi padre es francés. Mis padres son muggles los dos y lo más seguro es que hubiera acabado educado como ellos. Hasta bien tarde yo ni siquiera supe de la existencia de la magia… fue por mi tia, ella es bruja y había estudiado en Hogwarts. Gracias a ella me metí en el mundo de los magos a pesar de la desaprobación de mis padres. Antes de venir a Hogwarts mi padre tuvo problemas en el trabajo y lo perdió, encontró en Londres así que nos mudamos. Cuando llegué a los once años no se opusieron a que estudiara en Hogwarts y respetaron mi decisión, aunque nunca han estado del todo contentos con ello… aun así no se lo reprocho, son unos buenos padres. – Sonreí y suspiré – Supongo que no vengo de tan lejos como tú… yo extraño Irlanda, supongo que tu debes extrañar el doble tu tierra.

Miré hacia abajo para contemplar el mar de estudiantes y profesores que se desplegaba por debajo de nosotros. Sin duda el sitio en el que estábamos era el mejor donde podríamos estar… tenía una buena visión de todo el lugar y nos daba intimidad, permitiéndonos conocernos mejor y bailar a nuestra manera sin tener que ser empujados o apretujados por los demás ni soportar posibles miradas que nos incomodaran. Aquel lugar era perfecto. Cerré los ojos y dejándome llevar por el momento rocé la frente de Anna con mis labios durante unos segundos.

- ¿Con quién hubieras ido si no se me hubiera ocurrido la magnífica idea de invitarte al baile? - Dije por charlar de algo con ella, solo por escuchar la cadencia y la melodía de su voz.

Seguía sentado en el mismo ligar comiendome el trozo de chocolate si saber que hacer y envidiando a la gente que había ido con pareja ,incluso amigos mios que veía hablando con sus parejas y pasandoselo bien mientras yo me aburría,empece a pensar que igual no había sido tan buena idea ir al fin y al cabo si no me había atrevido a pedirle a ninguna chica que me acompañase al baile no me iva a atrever a hablar allí con ninguna,al cabo de un rato vi como la directora McGonagall se levanto y dirigiendose a nosotros dijo el nombre de los aprticipantes que habían pasadod e ronda en la pruebas de las copas de als casas entre ellos habían amigos mios como Ariadne o Cassandra,luego vi como la directora se volvía a la mesa de los profesores,en ese momento aproveche que había un desconcierto de alegria y en otros de decepción para dirigirme hacía la puerta al llegar allí me volvi hacia atras y dije en voz baja:-que os lo paseis bien con vuestras parejas vosotros que podeis-,luego abrí la puerta y me fui.

Sonreí ampliamente mientras andábamos por los pasillos. Sentía las miradas, pero en el fondo nada me importaba salvo ella. Esperaba que fuese una magnifica noche en la que ella fuese la reina de este baile. Reí ante el golpe que me dio en el hombro Cass.- Puede tomarse como cumplido o no. Normalmente eres bella así sin mas, como una pequeña florecilla que crece en el campo. Pero digamos que esta noche has dejado de ser una simple flor y te has convertido en una pequeña estrella. Hermosa igual, pero brillante de otro modo. – Besé su frente sonriendo mientras entrabamos en el salón.- Por eso digo esas palabras tan enrevesadas, porque no sabría bien como dar a entender lo hermosa que te veo a mis ojos. – Sonreí.

Nos mecíamos al ritmo de la música. Rodeé su cintura con mis brazos, mientras apoyaba mi cabeza en la suya, dejándome embriagar por el dulce perfume que desprendían sus cabellos. Cerré los ojos por un momento disfrutando del momento, de tenerla en mis brazos durante una noche. Me despegué un poco de ella para mirarla a los ojos. Sonreí cuando acepto mis disculpas y la hice girar para después devolverla a mis brazos. Sentí como me abrazaba mas fuerte y reí, mientras admiraba lo guapa que se ponía mientras sus mejillas se sonrojaban. Casi inconscientemente acaricie su mejilla. Tras aquella suave canción, vino otra, a la cual seguimos meciéndonos. Mi sonrisa no se borraba de mi cara, pues después de bastante tiempo solo, estaba bien y disfrutando plenamente de la compañía que me había brindado.

Cuando acabó la canción la directora Mc Gonagall anunció aquellos que serían los alumnos que seguirían la competición. La verdad es que yo me había presentado para participar, pero al final en el último momento tuve que irme del colegio una temporada justo durante el torneo. Oí el nombre de Cass y sonreí. Al final había pasado la prueba, tal y como me había dicho. La abracé fuerte y besé su frente.

-Enhorabuena, pequeña Cass, veo que al final has superado bastante bien la primera de las pruebas. Creo que esta vez me has superado.- Reí mientras me separaba un poco de ella para mirarla a la cara.- Espero que ahora no vengan todos a atosigarnos porque quieran estar un rato contigo. –Me acerqué a su oído, susurrando.- Esta noche me gustaría que fuerais solo para mi.

Cogí su mano, entrelazando mis dedos con los suyos, aprovechando el momento de júbilo que reinaba en la sala, para lograr llegar a los jardines de la mano de Cassandra. Desde allí se oía la música, se podía hablar mejor, y bailar sin chocar con otras parejas. Había bastantes pocas fuera que soportasen el ligero frio que hacía. Abracé a Cass por detrás besando su mejilla. Me gustaba pasar el tiempo con ella, siempre que hacíamos algo, por pequeño que fuera, era un gran momento. Recordé las carreras que hicimos en el campo de quidditch, para ayudarla a practicar. Y todas las risas que nos habíamos echado los dos juntos. Apoyé mi cabeza en su hombre, sonriendo.

-Gracias por haber venido conmigo al baile, y haberme echo uno de los hombres mas felices de este momento, mi pequeña. – Sonreí.

Sonreí al escuchar a Jack. La verdad es que había veces que me daba pena castigar a los chiquillos aunque solía hacerlo. Pero si la travesura me era contada, no hacía nada. Solo podía ejercer bien si yo misma la veía, para eso ya estaban los profesores, y con los amigos sobretodo no me apetecía buscarme enemistades. Seguí meciéndome junto a él, dejándome llevar al ritmo acompasado. Cada vez me sentía mas a gusto entre sus brazos. Observé las hermosas vistas que se habrían ante nosotros. Sonreí mientras veía la nieve relucir a la luz de algunas de las lámparas. Desde siempre, me había encantado jugar con la nieve y por ello muchos inviernos de pequeña había pasado en cama. Me reí recordando las carreras que echábamos en trineos cerca de la montaña y las veces que nos enfadábamos entre nosotros por no ganar las carreras. Recuerdos felices vinieron a mi mente cuando la sorpresa de Jack me sacó de ellos.

- Si, iba al mismo colegio que fui yo de pequeña, y entrenaba con el equipo de este mismo mientras no estaba con el equipo nacional búlgaro. Entrené muchas veces con él ya que ambos éramos buscadores, yo al ser rápida con la escoba y pequeña. Era un chico muy agradable, aunque un poco cerrado para aquellos a los que no conocía, pero era genial, nose. – Sonreí recordando tardes de entrenamientos junto a él. Mas bien me salió una sonrisa de enamoradiza. Dios, recordé lo coladita que estaba por él y no pude mantener la mirada de Jack, sonrojándome.

Escuché las palabras de Jack, y me pareció un poco raro esa reacción de los padres. Conocía a pocos hijos de padres muggles y la mayoría lo había aceptado bastante bien. Pero supuse que sería bastante extraña la situación.

- Vaya… Yo vengo de una familia de sangre pura. Todos magos que yo sepa. – Sonreí.- Aunque últimamente no tengo mucho contacto con mi familia por la distancia. Simplemente con mi padre y mi hermano. La verdad es que echo mucho de menos mi pueblo. Es tan… Distinto todo de allí. Las costumbres, el habla, la gente. Me costó un poco integrarme la verdad. Al principio era la típica chica cerrada al mundo, pero cambié. Nose, supongo que supe adaptarme. A mi hermano le costó menos. –

Escuché la pregunta de Jack, y justo cuando fui a responderle me llamo la atención el revuelo que se formo a bajo. La directora se había levantado y mandado silencio. Paró de sonar la música y detuve mi baile separándome un poco de Jack, y como bien supuse dijo los participantes que había pasado la primera fase de la competencia y me alegré muchísimo de oír el nombre de Cass. A mi me hubiera gustado haber tenido tiempo para participar, pero al final no pude con todo y tuve que dejarlo a un lado. Pensé en buscarla luego y felicitarla cuando les vi salir al jardín a ella y a Ben. Hacía una buena y hermosa pareja, y esperé que fuese una buena noche para ambos. Volví a centrar mi atención en Jack mientras me apoyaba en la barandilla mirando al jardín. Acomodé mi cabello hacia un lado mientras me giraba para mirarlo.

- La verdad, es que algún joven me propuso venir al baile con ellos, pero no les conocía lo suficiente como para soportarlos una noche entera. En el fondo no veía a nadie con quien me apeteciese ir, e iba a pasar una perfecta noche sola en la sala común leyendo un buen libro. No es que me gusten demasiado los bailes. – Sonreí de lado, y me mordí el labio inconscientemente.- ¿Y tú pensabas pedírmelo a mi o era solo un ultimo recurso? – Sonreí.

Nos mecimos al tranquilo ritmo que marcaba la música,me apoyé ligeramente sobre el pecho de Ben,podia notar su respiración. Respiré hondo y sonreí.

Acabó la canción, me separé ligeramente y me giré hacia donde venía la voz. Escuché hablar a la profesora. Si bien sabía que se dirían los resultados, en ese momento ni me acordaba de ese tema. Poco a poco me fui poniendo un poco nerviosa. -Como siempre, nos dicen los últimos-protesté bajito cuando nombró a los penúlltimos. Sabía que al final ninguno de los kocran habían podido presentarse. Oí mi nombre y me giré hacia Ben respondiendo a su abrazo.
No podía dejar de sonreir. -¿Has visto?,-dije algo sorprendida - lo he conseguido, aunque no se muy bien como!!
Escuché su susurro y noté que volvía a sonrojarme ligeramente, pensaba que lo de la timidez lo tenía más superado pero se veía que no. Me acerqué a su oido -¿solo esta noche?.

Fui acariciando la mano y jugueteando con los dedos que llevabamos entrelazados. Salimos al jardín. Noté que la noche estaba algo fría, pero no me importaba nada en absoluto. Acaricié los brazos de Ben cuando él me abrazó. Por unos instantes me abstraje de donde estaba, solo sentí el abrazo de Ben y deje de sentir el frío del exterior.

Acaricié su mejilla cuando se apoyó en mi.Sonreí ante sus palabras. Me giré y le miré.
-De verdad he hecho eso??, pues es muy fácil hacerte feliz!!,-cogí su mano y la acaricié sin soltarla.- no se ocurre nadie más con quien yo quisiera ir al baile,-levanté la vista y me acerqué a su oido . -así que soy tu pequeña?- le susurré sin poder dejar de sonreir y sin apartarme de donde estaba, me gustaba estar cerca de él.